Mataron a 2 en Petare

Los sicarios que asesinaron a Carlos Arturo Arrieta de Ávila llegaron buscando a su yerno Sebastián Domingo Cano García, pero como Arrieta los vio cuando huían, después de matar a éste, los sujetos también lo balearon. Carlos Arrieta fue víctima de las circunstancias, él nada sabía de las andanzas de su yerno, a quien conocían como “El Chan”, y terminó pagando lo que no debía. Los dos hombres fueron asesinados el lunes, a las 9:00 de la noche, en la calle La Paz, del barrio Petare. A esa hora, Carlos Arrieta regresaba a su casa, después de un día de trabajo vendiendo bolsas en las tiendas, cuando se topó con dos tipos armados que bajaban de un apartamento, en el segundo piso de su vivienda, donde residía Sebastián Cano García con una hija suya. Al verlos, Arrieta de Ávila les preguntó sobre qué habían hecho, los sicarios le respondieron baleándolo en 5 oportunidades. Los disparos los recibió en la cabeza. Los sicarios salieron del lugar en dos motocicletas, en las que los esperaban sus cómplices. Los homicidas huyeron con rumbo al barrio Daniel Lemaitre. Carlos Arrieta quedó tendido en la puerta de su casa. En un intento por salvarle la vida, los familiares del comerciante lo sacaron en hombros a la carretera principal que lleva al barrio Lemaitre, y en una patrulla de la Policía lo trasladaron hasta la Clínica San José de Torices, donde según el parte médico, llegó sin signos vitales. Mientras unos familiares auxiliaron a Carlos Arrieta, otros subieron al apartamento de Sebastián Cano para ver qué había sucedido. Al abrir la puerta, lo encontraron tirado en la sala del apartamento. El hombre, de 40 años de edad, fue asesinado mientras veía televisión. Fue una venganza Para la Policía no hay duda que el asesinato de “El Chan”, quien era oriundo de Montería, fue un ajuste de cuenta. Según los archivos de la Policía, Sebastián Cano fue capturado por primera vez en el 1997 sindicado de cometer, en compañía de 4 personas más, un hurto a mano armada en el municipio de Turbaco. Entre los capturados en esa oportunidad, se encontraba Daniel Anzoategui Fajardo, quien fue asesinado el mes pasado en el barrio Los Jardines. Diez años más tarde, en el 2007, las autoridades de Cartagena volvieron a tener noticias de “El Chan”. Esa vez, fue capturado en el barrio El Bosque. La Policía lo sindicaba de liderar la banda delincuencial “Los Canos”, la cual estaba al servicio de Los Paisas y era la encargada de cometer asesinatos selectivos en Cartagena. Según la Policía, muchos de esos homicidios iban dirigidos contra los integrantes de otra banda de sicarios conocido como “Los 40”. Cuando fue capturado, Cano García también hacía parte de la lista de los delincuentes más buscados de Bolívar. La banda de “Los Canos” fue sindicada del homicidio de la abogada Mauricia Lafont y de su hijo Carlos Gómez ocurrida en mayo de 2005 en el barrio Los Alpes. En ese crimen, las autoridades también vincularon a Aldrín Roberto Char Puello, quien fue asesinado en un restaurante en el sector Foco Rojo del barrio Olaya Herrera el pasado 23 de noviembre. En el año 2005, Char Puello fue capturado por el delito de concierto para delinquir y homicidio agravado. En esa oportunidad también fue capturado Cano García. Las autoridades investigan si hay relación entre los crímenes de Anzoategui Farjardo, Char Puello y el de Cano García. Comienza la búsqueda En una rápida reacción de la Policía, se logró la captura de 3 de los sicarios que dispararon. Sólo uno logró huir. El Plan Candado de la Policía, en el que participaron más de 50 policías, se llevó a cabo en los barrios Daniel Lemaitre y Canapote. La Policía capturó a dos de los sicarios frente al colegio Liceo de Bolívar, cuando entregaban las armas utilizadas en el crimen a los ocupantes de otro vehículo. El otro sicario fue capturado en el barrio Canapote. Los delincuentes no tuvieron más alternativa que entregarse a la Policía. Familiares de las víctimas y testigos del crimen los reconocieron como los homicidas. Los sicarios fueron identificados como Luis Hernando Luna Guzmán, de 19 años de edad; Rafael Baldivia Herrera, de 21 años, y Jhonatan Madrid Mercado, de 25 años. Los dos primeros, dice la Policía, fueron quienes dispararon contra Arrieta y Cano. “Se nos llevaron la vida” Los familiares de Carlos Arrieta de Ávila están llenos de dolor por lo ocurrido con el comerciante, de 55 años de edad, quien era oriundo de San Juan Nepomuceno. Dicen que él no tenía problemas con nadie, y saben que el sicario que lo mató no tenía ninguna razón para hacerlo. “Él era un hombre honrado y buena persona. No tenía problemas con nadie. Mi hermano no merecía morir de esa manera. Él trabajaba vendiendo bolsas en las tiendas y rebuscándose para mantener a su familia”, dijo Alicia Arrieta, hermana de la víctima. Sobre Cano García dijeron que sólo tenía un par de meses de estar viviendo en Cartagena, a donde había llegado procedente de Montería. “Él hace 7 años vive con mi sobrina. Lo conocíamos como un buen muchacho que se ganaba la vida con lo que le producía un carro que tiene en Montería. No le conocíamos problemas de ningún tipo”, dijo la familiar.