Mató a su hermano por defender a su abuelo, en Barranquilla

Herney José Caballero Ariza dio muerte a su hermano mayor Harry, en momentos en que éste bajo los efectos de la droga, intentó agredir a su abuelo al que amenazaba constantemente con matarlo para quedarse con la casa en la residían, en el barrio El Bosque, de Barranquilla.
Según sus familiares Harry Caballero Ariza estaba ya en estado de postración por el abuso a las drogas alucinógenas y solía armar ‘camorra’ en su casa cuando no tenía dinero para su consumo personal.
“Siempre armaba líos y, últimamente se le había dado por amenazar de muerte a su propio abuelo Dionisio. Decía que iba a ‘matar a su abuelo para quedarse con la casa’ y siempre que llegaba provocaba a sus hermanos para buscar dinero y perderse nuevamente”, reveló sumida en llanto Enna Rosa Peñaranda, abuela de la víctima y del victimario.
El desenlace del drama ocurrió el miércoles, poco después de las diez de la mañana, cuando Harry Misael, de 27 años, llegó y le advirtió a su abuelo Dionisio que “su hora había llegado y entró al patio a buscar algún objeto para agredirlo”, según el relato de la humilde mujer.
“Herney estaba en el cuarto y salió cuando me escuchó gritar para reprender a Harry. Salió y lo increpó, pero Harry le caminó a golpes. Lleno de ira, Herney entró y salió armado con un cuchillo, Harry salió a la puerta de la calle y los dos hermanos se enfrentaron cuerpo a cuerpo. Fue cuando Herney apuñaló a Harry Misael, quien trató de correr, pero las fuerzas le fallaron y se desplomó a pocos metros, sobre la calle destapada”, relató Enna Rosa.
La familia Caballero Ariza arrastra hace ocho años la cruz de tener entre sus hijos a Harry Misael Caballero, un drogadicto que necesitaba tratamiento de desintoxicación de manera urgente, pero al que nunca pudo acceder por falta de dinero y negligencia de las autoridades.
“Ya estaba totalmente loco. Llegaba y se paraba en la sala a insultar a sus propios hermanos. Se robaba lo que estuviera mal puesto y, ahora se le dio por amenazar a su abuelo. Le decía que lo iba a matar para vender la casa. Mis hijos estaban alerta porque esto iba a ocurrir en cualquier momento. Si no lo mataba Herney, lo mataba cualquiera de los siete hermanos”, precisó la señora.
En muchos de los momentos en que Harry Caballero Ariza entraba en crisis y arremetía contra su familia, los vecinos llamaban a la Policía. Llegaba la patrulla y se regresaban porque ‘no podemos hacer nada’, decían.