Menor acuchillado al salir de colegio quedará parapléjico

La vida le cambió a Alberto Garcés Cervantes en un instante. En el quinto piso de la Clínica San Juan de Dios, en la habitación 509, permanece desde el pasado 13 de mayo. Esa tarde, a las 6:30, fue acuchillado en la espalda, a menos de 5 metros del portón principal del colegio Inem, frente a la carretera de El Bosque. Su padre, Juan Garcés, asegura que lo atacaron otros dos menores en represalia por un hecho que ocurrió días antes. Un reporte médico que conoció ayer El Universal indica que Alberto, de 17 años, presenta perturbación funcional de locomoción y problemas en su aparato digestivo. Los galenos temen que pueda quedar parapléjico. Su padre, Juan Garcés, asegura que toda la familia fue preparada para apoyar moralmente al joven, a quien ya le informaron que lo más probable es que no volverá a caminar. Los peritos forenses de Medicina Legal que lo valoraron esta semana en ese centro asistencial dicen que la herida le comprometió parte de la región dorsal y le causó severos daños en la medula espinal, provocándole inmovilidad en sus miembros. “Él está un poco delicado de salud, pero nos han dicho que lo apoyemos en todo, nada de tristezas”, manifiesta Juan Garcés. El día de los hechos, el estudiante salía del colegio cuando varios jóvenes lo persiguieron a él y a sus amigos. Alberto cayó mientras huía. En el suelo, uno de los muchachos lo acuchilló en la espalda. Cuando pretendía rematarlo, un amigo de Alberto le lanzó una piedra en el rostro. Herido, el agresor corrió hacia la carretera y escapó como parrillero en una moto. Otro adolescente que participó en el ataque contra Alberto y sus amigos se escondió dentro del colegio ante la que parecía una inminente golpiza por parte de los testigos. El menor fue entregado esa misma noche a policías adscritos a la Estación de Los Caracoles. Juan Garcés dice que con la colaboración de los compañeros de su hijo se consiguió la captura del otro joven implicado en los hechos. Ambos, sin embargo, fueron dejados en libertad horas después. Juan Garcés dice que en la Policía les confirmaron que no los dejaron a disposición de un Juez de Menores porque no fueron retenidos en flagrancia. El padre de la víctima asegura que los dos presuntos agresores son estudiantes de la jornada nocturna en el Inem. Represalias por un robo El ataque contra Alberto Garcés y sus amigos fue en represalia por un hecho que ocurrió días antes. Según Juan Garcés, el fin de semana que antecedió a la agresión de su hijo, Alberto y sus compañeros estuvieron en una fiesta de integración en el barrio El Campestre. De regreso, fueron interceptados por un grupo de jóvenes que armados con piedras y cuchillos le robaron los zapatos a uno de ellos. Alberto defendió a su amigo y se fue a los puños con uno de los presuntos agresores. La pelea terminó sin ganador y cada grupo tomó rumbo distinto. El próximo encuentro se dio el 13 de mayo, el día en que le cambió la vida a Alberto Garcés. Su padre, dice que llevará el caso hasta las últimas instancias judiciales. Para él, resulta inconcebible que nadie haya evitado la agresión, teniendo en cuenta que su hijo estaba uniformado. “El vigilante, que estaba cerca, bien pudo hacer un dis-paro al aire para apartar a la gente. A mi hijo tampoco le prestaron la ayuda necesaria. Lo arrastraron antes de ser montado en una ambulancia”, cuenta Juan Garcés.