Sucesos


Menores atacaron a unos jóvenes con escopeta de balín

REDACCIÓN SUCESOS

13 de febrero de 2011 12:01 AM


El caso más reciente y que sorprendió a la Policía ocurrió pasadas las 11 de la noche del viernes en la Avenida Santander, en cercanías del Teatro Adolfo Mejía (antiguo Heredia) y en el Camellón de Los Mártires.
Una joven estudiante de Derecho que resultó afectada, y que pidió la reserva de su identidad, contó que caminaba junto con otras dos personas por la Avenida Santander cuando fueron sorprendidas por los ocupantes de dos camionetas que les cerraron en el paso.
“Lo sorprendente es que se bajaron varios muchachos, todos menores de edad, y comenzaron a disparar con escopetas de balines. Uno de ellos dijo que estaban haciendo tiro al blanco. El momento más indignante fue cuando le dieron a mi amiga, una joven negra, una afro a mucho honor, a la que lastimaron por ser negra”, cuenta la estudiante.
La denunciante comenta que tiene una lesión en uno de sus glúteos. “Otra compañera tiene una herida en el abdomen, por lo que debió ir a Medicina Legal para que le hicieran una valoración de su estado de salud”, relata.
También les aterró, explica la joven, que después del ataque los menores se subieron a los carros y huyeron del sitio a toda velocidad.
“Parecían una banda de sicarios. Lo grave es que con estas acciones parece que estuvieran practicando para cometer cualquier clase de delitos”, dice la afectada.

Denuncian el caso
Poco después del ataque brutal, el grupo de víctimas se dirigió hacia el CAI Móvil del Centro y denunció lo que les había ocurrido.
Cuando suministraban toda la información a los uniformados se escuchó que muy cerca de ese lugar estaban unos muchachos en dos camionetas, atacando a varias personas, entre esas a unos gays. El caso ocurría en el Camellón de Los Mártires, dice una de las afectadas.
Rápidamente una patrulla de la Policía se dirigió hacia el sitio y después de varios minutos se logró la retención de los ocupantes de los dos vehículos, a quienes les quitaron las armas con las que atacaban a sus víctimas.
Según una de las afectadas, uno de los vehículos en los que iban los menores es de color blanco, de placa RAM-148, de Bogotá.
“Lo grave era que los muchachos le decían a los policías que no sabían con quiénes se estaban metiendo. Con este tipo de actuaciones estos menores son unos delincuentes en potencia. Lo increíble es que en esos momentos no se sabe dónde están los padres, pero cuando los muchachos cometen algún ilícito aparecen para defenderlos”, dice la denunciante.
La estudiante, adolorida, interpuso ayer en la mañana la denuncia ante las autoridades competentes. “Lo hago porque no es justo que estas cosas sucedan, y para que los padres se pellizquen y tengan el control de sus hijos”, explica.

Hijo de funcionario
El Universal conoció que uno de los muchachos que hizo parte de la banda de menores agresores es hijo de un comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Cartagena, y que los agresores residen en Castillogrande.
Igualmente, este diario se comunicó con tres oficiales de la Policía Metropolitana de Cartagena para confirmar esta agresión, al parecer por racismo, pero ninguno suministró información. Sólo dijeron que estaban averiguando qué era lo que en realidad había acontecido.

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