El pecado de José Luis Hernández Torres fue impedir la entrada de una menor de edad, a la discoteca en la que trabajaba de portero. Su negativa desencadenó la ira de seis sujetos que acompañaban a la menor.
Dicen testigos que los hombres tomaron varias mesas de madera, que estaban en la puerta del establecimiento, y golpearon salvajemente a Hernández Torres.
Los agresores solo se detuvieron cuando varias personas salieron de la discoteca para auxiliar al portero.
El brutal hecho ocurrió a la 1:45 de la madrugada del 24 de octubre pasado, en la discoteca Archi´s, en el municipio de Arjona.
Con su brazo derecho fracturado, varias costillas rotas y severas lesiones en la cabeza, Hernández Torres fue trasladado al Hospital Local de Arjona.
Por la gravedad de las heridas, el portero fue remitido en una ambulancia al Hospital Universitario del Caribe.
Muerte cerebral
Desde que ingresó al HUC, el pronóstico de José Hernández fue desalentador. Los médicos confirmaron a los familiares de la víctima que por los golpes en la cabeza, su cerebro tenía lesiones irreparables.
“Los doctores nos dijeron que tenía un coágulo de sangre en el cerebro y era necesario operar. Cuando salió de la cirugía nos aseguraron que tenía muerte cerebral, y era poco lo que humanamente se podía hacer por él”, dice Mery Romero, tía de la víctima.
A pesar de las desalentadoras noticias, los familiares de José Hernández se aferraban a un milagro.
Pero el sábado a las 5:30 de la tarde, las esperanzas de la familia se esfumaron. A esa hora, Hernández Torres murió de un paro cardiorespiratorio.
“Estábamos esperando noticias en la puerta de la unidad de cuidados intensivos, cuando nos dijeron que falleció. Él no soportó la golpiza que le dieron”, añade la familiar.
Lo capturaron
Según los familiares de José Hernández, uno de los sujetos que participó en la golpiza fue capturado por la Policía. El hombre habría sido capturado horas después de que supuestamente agredió al portero.
La Policía de Bolívar no confirmó la información de la retención del presunto homicida.
La víctima
José Hernández Torres tenía 33 años. Su familia dice que no tenía trabajo fijo, pero los días previos a su muerte estaba laborando en la discoteca donde lo agredieron.
Hernández Torres era soltero y residía en el barrio Soplavientos, en el municipio de Arjona.
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