Muere tendero herido, a quien le dispararon por no pagar la ‘vacuna’

Seis días luchó contra la muerte Libardo Barrera Mosquera. El tendero murió el jueves en el HUC por los cinco balazos que le dio un sicario en el sector 11 de Noviembre, en Olaya Herrera.
El no pagar una cuota mensual de una extorsión le habría costado la vida al santandereano Libardo Barrera Mosquera. Eso es lo que creen sus parientes que hoy experimentan dolor y luto.
El tendero murió el jueves, a las 11 de la noche, en una camilla del Hospital Universitario del Caribe (HUC). Allí estaba desde el viernes de la semana pasada cuando un sicario lo sorprendió en la entrada de su tienda, en el sector 11 de Noviembre, en Olaya Herrera, y le dio cinco balazos.
Una bala la recibió en la cabeza, dos en el pecho y otra en un brazo. Otro proyectil le perforó el abdomen y le afectó varios órganos. Su familia asegura que este último lo llevó a la muerte.
La víctima, de 41 años y oriunda de Landázuri (Santander), vivía en Olaya, sector La Magdalena, con su esposa y sus tres hijos, de 20, 16 y 6 años.
Hasta ahora la Policía no reporta capturas por el hecho. Las investigaciones continúan.
Llegó hace 20 años
La familia de Barrera Mosquera cuenta que este partió de su tierra natal hace poco más de 20 años. Se vino para Cartagena y en su maleta empacó sus sueños y las ganas de construir un mejor futuro para los suyos.
Toda su vida se dedicó al negocio de las tiendas y en la Heroica se ganaba la vida de igual forma. Pero la dicha no le alcanzó para ver crecer a sus tres hijos.
El 14 de julio llegó a su tienda, de nombre Las Delicias, en el sector 11 de Noviembre de Olaya. Se la tenía alquilada  a un amigo y en la terraza había unas máquinas “tragamonedas” cuyo producido era suyo.
Le cumplen amenaza
Sus familiares dicen que desde hace varios meses pagaba una cuota mensual extorsiva a unos sujetos que lo amenazaban con matarlo si no lo hacía.
“Él me decía que mensualmente pagaba la cuota, pero no me decía a quién. No le gustaba que yo estuviera enterada de esos asuntos, por eso yo no le preguntaba mucho de eso. Él era puntual con ese pago, pero parece que este mes se le pasó cancelar”, relata Luz Barrera Vargas, esposa de Libardo Barrera.
A los delincuentes no les importó nada y el viernes de la semana pasada le fueron a cobrar con balas. La víctima estaba en la terraza de su tienda revisando las máquinas “tragamonedas” cuando dos sujetos en una moto llegaron y el parrillero desenfundó un arma y le disparó varias veces.
Los asesinos huyeron y un pariente del herido lo llevó en una moto al HUC.
“No te preocupes mi amor que yo voy a salir de esta. De este hospital voy a salir muy pronto”. Esas fueron las últimas palabras que Luz Barrera Vargas le escuchó pronunciar a su esposo en una camilla del hospital, momentos después del atentado. Luego, el tendero se fundió en un coma profundo del que nunca pudo despertar.
Cifra 5 balazos le dio un sicario al tendero por no pagar la cuota de una extorsión. (Lea aquí Dos ataques de sicarios el mismo día)