Nadie sabe quién les disparó

A Luis Carlos Pérez Álvarez su mamá le pidió el domingo que se acostara temprano: “Los pandilleros andan haciendo de las suyas”, le dijo. Pese a la súplica de su madre, el joven de 21 años de edad no la escuchó y se fue a las 11 de la noche con su amigo Heider Ayola Ortiz a escuchar un picó que estaba sonando en la calle Primera de Mayo del barrio La Candelaria. Los dos jóvenes se quedaron departiendo cerca al picó con otros amigos. A las 2 de la madrugada, cuando el picó dejó de sonar, quienes los acompañaban decidieron irse a dormir, pero Luis Carlos y Heider decidieron quedarse un rato más. Los dos amigos se sentaron frente al caño San Pablo, a pocas cuadras de sus casas. A las 3:00 de la madrugada, dos disparos se sintieron en la calle Primero de Mayo. Una prima de Luis Carlos relató que al escuchar los balazos se levantó de su cama. Al acercarse a la ventana escuchó a Luis Carlos gritar: “A mí no, a mí no”. Después de eso, dos detonaciones más dejaron todo en silencio. “Yo salí de mi casa a ver qué había pasado, una muchacha estaba cerca y me dijo: ven que a tu primo le dieron. Yo empecé a gritar por ayuda”, dijo la prima. Cuando ella se acercó al caño, vio el cuerpo sin vida de su primo. A su lado se encontraba Heider Ayola, quien aún estaba vivo. De inmediato dieron aviso a la Policía, que al llegar al lugar trasladó a Ayola Ortiz al Hospital Universitario del Caribe. El joven Ayola Ortiz, de 18 años de edad, recibió un disparo en la cabeza. Su pronóstico es reservado, y se encuentra recluido en la unidad de cuidados intensivos del HUC. Luis Carlos Pérez murió en el acto. Su cuerpo quedó tendido a un lado del caño. Nadie vio quien disparó contra los dos amigos. Sin embargo, los familiares acusan a los miembros de la pandilla La 18 del barrio La Esperanza. “Ellos son los que se meten por aquí a formar problemas y a robar. Una muchacha que iba pasando dijo que vio a 4 tipos salir corriendo para La Esperanza. Seguro que ellos vinieron y como los vieron allí sentados les dispararon”, dijo una allegada de Luis Carlos. Fredy Ayola, padre de Heider, dice que su hijo no tenía problemas con nadie y nunca ha peleado con pandilleros. “Él tiene problemas normales con la familia por abuso de confianza. Pero nunca ha peleado, no sabemos por qué les dispararon. Yo le advertía que no se quedara en la calle hasta tarde, a veces tienen que pasar las cosas para que aprendan”, dijo el padre. Se conoció que los jóvenes fueron baleados con un revólver calibre 38. Durante el levantamiento del cadáver de Luis Carlos, las autoridades hallaron en la pretina de su pantalón un punzón. Pérez Álvarez estaba desempleado, sus familiares dicen que se dedicaba a armar cometas, las cuales luego vendía. Su cuerpo es velado en su casa en la calle Primero de Mayo de La Candelaria.