Sucesos


Pánico en restaurante de Bazurto en Cartagena

REDACCIÓN SUCESOS

19 de junio de 2011 12:01 AM

A las 2 p.m. de ayer, ya el flujo de visitantes había mermado y poco más de media docena de clientes permanecían en el local, en el sector barrio Chino, a una cuadra del mercado de Bazurto. Todos se vieron sorprendidos por dos jóvenes armados-
“¡Nadie se mueva!”, fue la expresión de un sujeto de estatura pequeña y ojos azulosos (parecían lentes de contacto, aseguró un testigo), mientras que su compinche controlaba el acceso al restaurante. El delincuente pasó frente al único caballero que estaba en el local y  se dirigió a las mesas donde estaban varias damas despojándolas de prendas y bolsos, cuando una de las éstas- presa del pánico- intentó salir del establecimiento, pero el atracador de la puerta le cortó el paso.

Se salvó la caja
Mientras las damas eran despojadas de sus artículos personales, en la puerta de la cocina del local la administradora del restaurante, una mujer joven, en estado de embarazo (8 meses) estaba impávida y a punto de desvanecerse fruto del pánico. El nervio de los delincuentes les impidió percatarse que esta mujer tenía colgado a su cuello un bolso con el producido del día. Una empleada del local aprovechó la confusión para descolgarle el bolso a su “patrona” y de manera discreta lo guardó dentro de un congelador...
Los atracadores salieron raudos del local, mientras en las afueras otros sujetos, en moto, apoyaron la huida de los delincuentes que habrían tomado una de las calles del Barrio Chino para escapar.
El único caballero que estaba en el restaurante casi de espalda al pistolero, no pudo reaccionar. En la mesa quedó un plato de sopa de pescado a medio comenzar.
Las mujeres abandonaron el local en busca de apoyo policial y 15 minutos después aparecieron dos agentes de la Policía en una moto para atender el caso. Al cierre de esta edición se desconocía el paradero de los atracadores.

¡Qué inseguridad!
Uno de los testigos del hecho señaló que minutos antes del asalto recuerda haber visto pasar por el frente del restaurante al delincuente que irrumpió con la pistola, lo que indica que los sujetos tenían identificadas a sus víctimas, que minutos antes de ingresar al local habían dejado parqueado su vehículo en una de las calles adyacentes al negocio.
En la zona, los comerciantes estaban alerta porque había información de que en un grupo de delincuentes acechaban el área y su modalidad era pedir alimentos y el pago era con billetes de 50 mil pesos falsos. Al parecer podría tratarse de la misma banda.
El almuerzo de los clientes de ese restaurante no tuvo postre, sólo pánico y a Dios gracias, sin lesionados...

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