Persecución, tiroteo y muerte

La persecución comenzó en Manga y terminó en La María. La suerte fue bien distinta para los tres atracadores de un ejecutivo que despojaron del dinero que retiró en un banco en el Centro y de un portátil que llevaba en un maletín: uno fue capturado, otro lucha por su vida y el tercero murió al enfrentarse a la Policía. Fueron 20 minutos de suspenso que se iniciaron a partir de las 12:15 de la tarde, aproximadamente, cuando al afectado lo abordaron al bajarse de un carro en la puerta de su casa y lo intimidaron tres hombres en dos motos para quitarle sus pertenencias. Una patrulla de la Policía se hizo cargo de la situación y dio la alerta a las demás unidades. Desde el C.A.D. –Centro Automático de Despacho- se activó el llamado “Plan Candado”. Los delincuentes trataron de despistar a los uniformados tomando rumbos diferentes. Uno se fue por la Avenida Pedro Romero. Los otros dos lo hicieron por la vía principal de La Esperanza. Los policías adscritos al CAI de ese barrio ya sabían de la novedad y por eso no se les hizo difícil perseguirlos de cerca. Tiroteo y confusión Al verse acorralados por un buen número de uniformados, los delincuentes trataron de evadirse disparando a cualquier lado. Unas cuadras más adelante, el conductor de la moto perdió el control y chocó contra un andén. Aún en el suelo, uno de los individuos siguió accionando su arma. La Policía respondió el ataque y en la balacera dio muerte a uno de ellos. El otro fue gravemente herido. Un taxista que salía de una peluquería en esos momentos recibió un balazo en una pier-na, pero su estado no reviste gravedad. Testigos del tiroteo fueron los clientes del restaurante “Mercadito Medellín”, en la esquina de la carrera 33 con calle 50, vía principal de La María. Frente a ellos quedó tendido el cadáver de Jorge Luis Díaz Acosta, un barranquille-ro que residía en Soledad y que tenía poco de tiempo de estar en Cartagena. La Policía asegura que salió de la Cárcel Modelo, en la capital del Atlántico, el 14 de enero pasado, tras ser procesado por porte ilegal de arma de fuego. Díaz Acosta, de 21 años, conducía la moto Auteco Discover, de colores azul y negro y placa BDS-18C. Con él iba Anuar Martínez Lemus, quien reside en Boston. Este último fue baleado en el rostro y el tórax. Una patrulla lo trasladó al Hospital Universitario del Caribe, donde lo vigilan de cerca. Mientras la confusión reinaba en La María, en la Pedro Romero la Policía seguía en otra persecución. Cerca de Olaya Herrera, cayó el tercero de la banda de fleteros. A Charles Miranda Herrera le hallaron los elementos que le robaron al ejecutivo. También le inmovilizaron la moto. Fue el final del operativo que permitió frustrar el fleteo que sucedió en Manga.