‘El Mono’ pudo haber salvado su vida.
Él sabía que el changón que cargaba no tenía balas y en vez de rendirse cuando un policía le gritó que bajara el arma, lo que hizo fue apuntarle a otro uniformado.
La respuesta a su acto fueron 8 balazos que lo mataron en el acto. ‘El Mono’ fue abatido por la Policía después de cometer un robo en el barrio Los Laureles. Su cuerpo quedó tendido frente a la Iglesia de Nuevo Bosque.
Karen Ospino Mendivil, que estaba con él, fue capturada.
Murió en su ley
A las 8:45 de la noche del martes, ‘El Mono’ y Karen Ospino llegaron a una casa en el barrio Los Laureles.
La joven, de 20 años, se quedó en la puerta mientras que el sujeto ingresó a la vivienda e intimidó con changón a varios miembros de una familia. ‘El Mono’ les arrebató 3 celulares gama alta y 500 mil pesos en efectivo.
Con el botín en su poder, el joven salió de la vivienda y huyó del lugar en compañía de Ospino.
La pareja corrió varias cuadras y al pasar por la Iglesia de Nuevo Bosque se encontraron con dos policías, quienes iban desarmados a tomar su turno en la estación de Policía del mencionado barrio.
Al ver a los uniformados, ‘el Mono’ sacó su changón y les apuntó. Los policías le pidieron que bajara el arma y se entregara, pero no lo hizo.
Otro uniformado, que a esa hora iba para su casa, se percató de la situación y llegó a apoyar a sus compañeros. El patrullero desenfundó una pistola 9 milímetros, y le exigió que bajara su arma.
‘El Mono’ se volteó, le apuntó al policía, y éste le disparó varias veces.
No está identificado
El sujeto dado de baja ingresó como NN a la morgue de Medicina Legal.
Karen Ospino dice que desconoce el nombre de su acompañante y que lo conoció hace una semana, en las fiestas de toros en Pasacaballos.
“Yo lo conocí allá y nos hicimos amigos. Ayer (martes) nos encontramos en Pasacaballos y como yo venía para Cartagena, me dijo que nos viniéramos juntos. En el camino me dijo lo que quería hacer y yo lo acompañé. Él no tenía ni plata para comprarle la bala al changón, pero así se atrevió a hacer lo que hizo”, relata la joven.
Según Karen Ospino, ella se quedó afuera de la casa y ‘el Mono’ entró solo a cometer el atraco.
“Cuando estaba allí sentí miedo y me fui corriendo de esa casa. Después veo que él viene detrás y me alcanza. Al momentico nos encontramos con los policías. ‘El Mono’ me dijo que no se iba a dejar joder de ningún policía. Yo corrí y escuché los disparos. Regresé a ver qué le había pasado y los policías me agarraron”, afirma Ospino.
La joven, madre de un niño de 5 años, fue presentada ante un juez de control de garantías, por el delito de hurto agravado.
A Karen Ospino, que vive en el barrio Olaya, lo que más le preocupa no es que la manden a la cárcel, sino que su mamá se entere de lo que hizo.
“Eso da pena que uno salga en las páginas de un periódico como una delincuente. Cuando mi mamá se entere va a llorar por esto. Yo sé que ella va a cuidar a mi hijo. Que sea lo que Dios quiera”, comenta la joven entre lágrimas.
Hoy se sabrá si Ospino es enviada a la Cárcel de San Diego.
Esperan identificarlo
Como señal particular, ‘el Mono’ tiene dos tatuajes en la pantorrilla izquierda.
Tiene tatuadas unas alas de murciélago en otra parte dos lápices en cruz con la letra F en el centro.
El día que fue abatido vestía bluyín, camiseta blanca con franjas negras y zapatos color café.
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