Policía, a pagar millonaria condena

 “La justicia tarda, pero llega”, exclamaron los familiares de Gilberto Montalván Álvarez al conocer la decisión del juez que confirma lo que ellos siempre han pregonado: el joven, de 18 años, no era pandillero.
Debieron esperar 3 años, 2 meses y 12 días para que se hiciera justicia. Gilberto Montalván murió el 21 de junio de 2008 en medio de un enfrentamiento entre las pandillas Los Poquiticos y Los Californianos, en el barrio 20 de Julio, en límites con San Francisco.
Ese día, Montalván Álvarez trabajó toda la mañana en El Bosque como ayudante de pintura. Al regresar a su casa, ya en la tarde, la persona que lo contrató le dio un billete de 50 mil pesos y le pidió que lo cambiara para darle los 10 mil que le correspondían por su día de labores. La víctima salía de una tienda cuando quedó en medio del combate callejero. Un proyectil se alojó en la cabeza de Montalván y lo mató en el acto. Sus vecinos señalaron esa vez que fue Daniel Geovanny Neira Ríos, un subteniente de la Policía adscrito al CAI de San Francisco, quien disparó la bala que era contra los pandilleros, pero que le arrebató la vida a Montalván.

Captura y condena
Cuatro meses después de la muerte de Montalván Álvarez, la Fiscalía capturó a Neira Ríos por orden de un Juez con funciones de Garantías de Cartagena en la estación San Antonio Prado, en Medellín. La semana pasada, un juez administrativo de la ciudad ordenó a la Policía Metropolitana de Cartagena pagar a la familia de la víctima 200 millones de pesos por presuntas fallas del servicio.  En su decisión, el juez concluye que Neira Ríos hizo uso indebido de la fuerza al accionar su arma contra la multitud sin medir las consecuencias.