Policía rescata a bebé raptada

Lágrimas de felicidad brotaron de los ojos de Janires Padilla Castilla cuando el general Ricardo Restrepo Londoño, comandante de Policía Metropolitana de Cartagena, le entregó en sus brazos a su pequeña Isabela Carolina, de 3 meses.
Eran 18 largas horas sin ver a su única hija. La joven madre dice que vivió momentos de angustia, desespero y miedo de no volver a ver con vida a su pequeña.
“Sentí que me iba morir, no pegué los ojos en toda la noche. Tenía pánico de perderla para siempre”, contó Janires Padilla mientras acariciaba dulcemente a su hija.
Su viacrusis comenzó el martes, a las 5 de la tarde, cuando su niña fue raptada de su casa en el barrio El Socorro, por una mujer que se ganó su confianza.
De inmediato, el Gaula de la Policía se puso enfrente de la operación de rescate y con la ayuda de la comunidad, pudo rescatarla ayer a las 10 de mañana, en una vivienda en el barrio Villa Hermosa, en Cartagena.
 Una llamada fue la clave
Cuando se conoció la noticia del rapto de la menor, muchos cartageneros se  movilizaron en las redes sociales para hallar a la pequeña.
Los diferentes medios de comunicación de la ciudad registraron el secuestro, y ayer en la mañana, casi todos los habitantes de Cartagena se preguntaban sobre el paradero de Isabel Carolina.
A las 9:30 de la mañana, una llamada al 123 de la Policía alertó a ese organismo sobre una mujer, con características similares a la de la secuestradora, quien cargaba en sus brazos a una bebé.
Patrullas del barrio Villa Hermosa llegaron hasta el sector Nueva Jerusalen y en la puerta de una vivienda estaba la secuestradora, que al ver a los uniformados corrió hacia el interior del inmueble.
Los policías la siguieron y encontraron en el patio de la casa a otra mujer cargando a Isabel Carolina. La bebé estaba en perfectas condiciones de salud.
Los uniformados capturaron a la mujer, que se identificó con una cédula a nombre de Leidy Katherine Ibarra Morales, de 31 años, y oriunda de Medellín (Antioquia).
 “Ella es mi hija”
Al momento de su retención, la secuestradora aseguró que Isabel Carolina era su hija y estaban cometiendo un grave error.
“Por qué me tratan de esta manera si ella es mi hija”, le dijo la mujer a los policías que la capturaron.
Al parecer, Ibarra Morales secuestró a la pequeña para hacerla pasar como hija suya, ya que le había dicho a sus suegros, quienes residen en la vivienda donde fue capturada, que tenía una bebé pero que estaba hospitalizada.
 “La mujer llegó hace un par de meses de Medellín, y se quedó en la casa de sus suegros, a quienes les dijo que su bebé estaba hospitalizada. Lo mismo le dijo a su esposo, quien reside en Medellín. Ante la insistencia de sus familiares por ver a la bebé, creemos que la mujer salió a raptar uno. Presumimos que ella tuvo un embarazo que no llegó a feliz termino y quiso engañar a sus familiares haciéndole pasar a la niña como hija suya”, dice el general Ricardo Restrepo Londoño.
El secuestro
Janires Padilla Castilla conoció a Ibarra Morales, quien le dijo que se llamaba Natalia, hace 4 días,  en una EPS.
“Desde que me vio con la niña se me acercó y me dijo que estaba muy bonita. Yo entré a la cita y cuando salí me estaba esperando en la puerta. Allí me pidió mi número de teléfono porque quería hacerle un regalo a la bebé, yo no pensé nada malo y se lo di”, dice Janires Padilla.
 La secuestradora no demoró en llamar a la joven madre, a quien le pidió su dirección de su casa para llevarle los presentes a su hija, Janires Padilla no dudo en dársela.
El martes, a las 12 del mediodía, Leydi Ibarra se apareció en la casa de su víctima.
“Ella llegó y me dijo que era amiga de Janires. Yo la dejé entrar y hasta le di almuerzo porque Janires no estaba. Esa mujer me dijo que iba a esperar hasta las 3 de la tarde, para visitar a su sobrina que estaba hospitalizada”, dice una familiar de Padilla.
A la 1 de la tarde llegó la madre a su vivienda y encontró a la secuestradora hablando con sus allegados.
“Apenas me vio me dijo que le tenía un vestidito a mi niña y jugó con ella. Por un momento fui al segundo piso, no me demoré nada porque estaba pendiente de la niña, pero cuando bajé ya no estaban. Se había llevado a mi hija”, dice la madre.
La mujer salió a la calle y dio aviso a sus vecinos, pero nadie daba razón de la secuestradora ni de su hija.