Rosinis fue sepultada en su tierra

Luego de una semana de angustia, de incertidumbre y dolor, los familiares de Rosinis Liliana Quejada Moreno pudieron darle sepultura en su natal Cartagena. La mujer de 44 años de edad, fue una de las cuatro víctimas de un derrumbe en El Tambo (Antioquia) que sepultó al menos a 10 personas. Rosinis Liliana, quien era estilista, se despidió de sus 4 hijos, el sábado 25 de septiembre, diciéndoles que en cuatro días regresaría, pues iría a zona antioqueña a realizar unas diligencias. Ruth Quejada, sobrina de Liliana, cuenta que su tía salió de su casa en el barrio Los Calamares rumbo a Medellín a reclamarle una herencia a su mamá. “Se fue muy contenta. Primero iba a llegar a Apartadó a visitar a su amiga Miriam Salinas, y el lunes se iba para Medellín a hacer las vueltas de mi abuela”, relató Ruth. Y fue precisamente el lunes, cuando en compañía de Miriam Salinas tomaron desde Apartadó un bus que las llevaría a Medellín. Al llegar a la vereda El Tambo se dieron cuenta que la vía estaba cerrada para los vehículos por un deslizamiento que hubo horas antes. “El señor del bus se iba a devolver para Apartadó porque la vía estaba cerrada, pero ellas le pidieron que les bajara las maletas que ella iban a cruzar a pie, pues parece que ya otras personas lo habían hecho y no había pasado nada”, relató Ruth. Antes de cruzar, cuenta la sobrina, Rosinis llamó a su casa para contarles lo que estaba sucediendo. “Nos dijo que la carretera estaba cerrada por los deslizamientos, fue entonces cuando le pedimos que mejor se devolviera, pero ella dijo que no, que no iba a pasar nada malo. Antes de colgar nos pidió a mi abuela y a mí que le cuidáramos sus hijos. Es como si ella hubiese presentido algo”, añadió Ruth. Después de colgar el teléfono, Rosinis y Miriam empezaron a caminar por la orilla de la carretera para metros más adelante hacer transbordo hacia otro vehículo que las llevara a Medellín. Pero justo cuando iban por la mitad, fueron sepultadas por un nuevo derrumbe. A las 6:00 de la tarde de ese mismo día, mientras veían televisión los familiares de Rosinis observaron en las noticias la tragedia en Antioquia, enseguida pensaron en ella. “Al ver eso nos preocupamos mucho y empezamos a llamarla a su celular, pero se iba a correo de voz. Nos preocupamos mucho. El martes un tío viajó a Antioquia a buscar a mi tía”, dijo Ruth. Al llegar al lugar le corroboraron que una mujer con las características de Rosinis había sido sepultada por el alud, allí comenzó el drama. “Estabamos aferrados a Dios para encontrarla viva. No hubo un día en que perdiéramos la esperanza, pero el sábado nos dijeron que la habían encontrado muerta”, aseguró Ruth. Gracias a las labores de rescate, el cuerpo de Rosinis fue el primero en ser rescatado del lodo. Sólo dos días después el cadáver de su amiga Miriam también fue recuperado. Con esa noticia terminó la angustia para las dos familias, quienes se llevaron sus seres queridos para darle cristiana sepultura sin la zozobra de que, de pronto, por esas cosas de la naturaleza y las dificultades de la búsqueda, ellas no aparecieran. Acompañó a su amiga Miriam María Salinas Ramos salió de su casa en Apartadó para acompañar a su amiga Rosinis a Medellín. Juntas hacían el transbordo fatal en Giraldo, ese que las llevó a la muerte. Salinas Ramos era madre de 4 hijos y administraba una cafetería en Apartadó.