Sucesos


Se le disparó el arma y la mató

REDACCIÓN SUCESOS

02 de noviembre de 2011 12:01 AM

Fue un trágico juego. De ello están seguros los familiares de María Angélica Padilla Rivera.  Sin embargo, la Policía investiga si fue otro el motivo que llevó a Alfredo Cantillo Villalobos a ponerle un revólver en la cabeza a la joven, de 24 años.
En la calle María Teresa del sector Ricaurte, en el barrio Olaya Herrera todos recuerdan los gritos de Nohora Padilla, hermana de María Padilla, luego de escucharse un disparo al interior de la vivienda. Eran las 9 de la mañana de ayer.
Algunos vecinos ingresaron a la casa, y ayudaron a sacar a María Padilla Rivera, que tenía un balazo en la cabeza. La montaron en un taxi, propiedad de Cantillo, y la llevaron al Hospital Universitario del Caribe. Los esfuerzos resultaron en vano. La joven, madre de dos niños, murió antes de recibir atención médica.
Juego mortal
María Angélica Padilla Rivera estaba en la sala de su casa, con sus dos hijos y su hermana, cuando llegó Alfredo Cantillo, esposo de una prima suya.
Supuestamente, el hombre, que trabaja como taxista, llegó en estado de embriaguez, y le pidió a María Angélica que le arreglara un cuarto porque se quería acostar a dormir.
“Él llegó con el revólver en la pretina del pantalón y se le veía la cacha. Nos dijo que lo había comprado porque no se iba a dejar atracar de nadie. Mi hermana le pidió mil pesos, y el le dijo que se dejara de esas cosas. Después sacó el arma y comenzó a apuntarle a María en la cabeza, le decía que le iba a disparar. Yo pensé que estaban jugando. Una hija de mi hermana le suplicó que no lo hiciera. Fue entonces cuando se escuchó el disparo”, cuenta Nohora Padilla.
María Padilla recibió el disparo en el frente. Sus dos pequeños hijos la vieron desplomarse al piso.
“Ella se disparó”
Según los familiares de la víctima, fue su homicida quien la llevó en su taxi al Hospital Universitario del Caribe. Supuestamente, allí le dijo a las autoridades que María Padilla le arrebató el revólver de sus manos y se disparó en la cabeza porque él se negó a darle mil pesos que ella le pidió.
“Prácticamente lo que él dijo fue que ella se suicidó y eso no fue lo que pasó. A él se le disparó el arma cuando se la puso en la cabeza”, cuenta la familiar de la víctima.
Dice la allegada, que Alfredo Cantillo se entregó a la Policía.El sujeto será presentado hoy ante un Juez de Control de Garantías, que decidirá si lo asegura o no por el delito de homicidio.
Sobre la víctima se conoció que estaba separado del padre de sus niños, y residía con varios familiares en el sector Ricaurte. Allí serán velados sus restos.
Lo apuñalan en una fiesta
Brayan José Pérez Ferrer, de 15 años, fue asesinado en la madrugada de ayer, en una fiesta en el barrio San José de los Campanos.
El menor recibió una puñalada en el cuello y otra en el pecho. Familiares de la víctima señalan como responsable a un sujeto alias Ojo Lindo.
Según Juan Carlos Pérez, padre de la víctima, su hijo salió de su casa el lunes, a las 8 de la noche, le dijo que iba para una fiesta y no se demoraba.
“Me dijo que quería bailar un rato y salió. Yo me acosté como a la una de la mañana esperándolo, pero no llegó. Media hora más tarde me tocaron la puerta para decirme que me lo habían matado”, relata Pérez.
El padre de la víctima, asegura que desconoce cómo ocurrió el hecho. Sólo sabe que el crimen ocurrió a pocos pasos de la fiesta donde tocaba un picó.
“Dicen que en el lugar se formaron muchas peleas. Pero no sé si mi hijo estaba peleando. Lo que puedo asegurar es que en los cuatro años que llevábamos viviendo en San José de los Campanos, él no había tenido problemas con nadie”, asegura el padre.
El menor abandonó el colegio para trabajar. Juan Carlos Pérez asegura que se dedicaba a ayudarlo en su trabajo como jefe de mantenimiento de un restaurante de la ciudad.
La Policía no ha reportado la captura del presunto homicida.

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