Se suicidó y 10 horas después hallan muerta a su amante

Los cadáveres de Eliécer José Arrieta Borja y Margoth Contreras Contreras ingresaron a la morgue de Medicina Legal con una diferencia de casi 10 horas. A Arrieta lo hallaron muerto, el domingo en la noche, en la casa principal de la finca que administraba en Arjona, a un lado de la carretera Troncal de Occidente. El cuerpo de Margoth lo encontraron ayer, a las 5:45 de la mañana, a 150 metros de ese predio. Lo que para muchos parecen dos hechos aislados, para otros es el trágico final de una relación tormentosa. Allegados de las dos víctimas y residentes de Arjona le confirmaron a las autoridades que Eliécer y Margoth se conocían de hace años. Algunos fueron más allá y aseguran que sostenían un romance que aunque comenzó en la clandestinidad ya era un secreto a voces en el pueblo. El coronel Crisanto Álvarez Rojas, comandante de la Policía en Bolívar, reconoce que investigan como primera hipótesis el que sería un crimen pasional pero dice que esperan el resultado de la necropsia al cadáver de la mujer en Medicina Legal para determinar a qué hora se produjo su deceso y por qué causa. Lo único claro que se conoce dentro de esta historia confusa y misteriosa es que el domingo, a las 7:40 de la noche, Eliécer Arrieta llegó apresurado en bicicleta a una finca que está al lado del predio que él administraba hace cinco años con su esposa y dos hijos. Estos últimos visitaban a sus vecinos. Eliécer le pidió a su mujer las llaves de la casa principal de la finca donde vivía. Ésta le contestó que las tenía su hija. La joven quiso jugarse con él diciéndole que no se las iba a entregar. Arrieta le respondió de la misma manera advirtiéndose entre risas que le pegaba una “cachetada” si no se las daba. Al final la adolescente le entregó las llaves y Eliécer se fue rápido a su finca. Dejó la bicicleta en la entrada y entró a la casa. A las 10 minutos, cuentan sus familiares, escucharon un disparo. Al trasladarse en el acto a la finca, hallaron en la sala a Arrieta Borja en una silla de descanso en medio de un charco de sangre. La Policía concluye que el administrador de finca se suicidó con una escopeta calibre 16 cuyo cañón lo puso dentro de su boca. Sigue la tragedia El cadáver de Arrieta Borja, de 40 años y oriundo del corregimiento Cuero Curtido, en jurisdicción de Cereté, Córdoba, fue retirado del sitio de los hechos a la 1 de la madrugada de ayer. Hasta ese momento, para las autoridades y sus familiares parecía un suicidio sin aparente razones. Unas cuatro horas después, agricultores que caminaban por un costado de la Troncal de Occidente, entre Arjona y el corregimiento de Gambote, descubrieron el cuerpo de una mujer. La víctima yacía a unos 150 metros de la finca donde en la noche anterior había ocurrido un suicidio. Una hora después del hallazgo, allegados identificaron a la mujer: Margoth Contreras, de 35 años y también natural de Cereté, Córdoba. Otro dato causó escalofríos entre curiosos y policías que trataban de preservar el sitio de los hechos. Margoth era amante de Eliécer. Así lo reconocieron amigos de la mujer y familiares del administrador de finca. Ambos andaban juntos hace más de dos años y su relación ya no era tan clandestina. Tam-bién eran conocidos sus constantes problemas por infidelidades mutuas. Una de las personas que se acercó a donde yacía el cuerpo de Margoth manifestó que hace poco le escuchó decir a Eliécer dentro de la casa donde ella residía que si las cosas no funcionaban podrían terminar en tragedia. Margoth residía como pensionada en el barrio Soplaviento de Arjona, en el sector La Paz. De allí salió a las 5 de la tarde del domingo. Sus amigos no volvieron a verla sino hasta ayer, cuando les avisaron del crimen. Medicina Legal no ha confirmado la causa de su muerte pero el primer indicio indica que habría sido golpeada con arma contundente en la cabeza, cerca del oído derecho. Se analiza un tronco de caña brava que fue hallado a un lado del cuerpo. Lo que presumen muchos, y también la Policía, es que, al parecer, Margoth habría sido asesinada por su amante en medio de una acalorada discusión en el trayecto a la finca que este último administraba. Minutos después se suicidó. Los cadáveres no fueron encontrados a la misma hora porque la mujer quedó cubierta entre el monte y hasta bien tarde en la noche nadie se preocupó por su desaparición.