Sigue incertidumbre por muerte de ingeniera

Las probabilidades de un suicidio de la ingeniera de sistemas Lidusvir Márquez Parra han disminuido. Medicina Legal confirmó ayer que con la recolección de muestras que le tomaron al cuerpo buscan elementos biológicos que permitan identificar el perfil genético del posible agresor. Un primer resultado que arrojó la necropsia practicada al cadáver indica que la muerte de la funcionaria de Electricaribe fue violenta. El cuerpo fue encontrado el miércoles en la madrugada en un espolón, en las playas de Crespo. Los hematomas en el rostro, cerca de un ojo, y la cabeza, indican que la ingeniera pudo ser golpeada con arma contundente. Las autoridades no descartan que esas lesiones pudieron ser también por el contacto de su cuerpo con el espolón al ser arrastrado por el mar. Quienes creen que Lidusvir no se suicidó se preguntan cómo alguien utiliza el mecanismo menos indicado para quitarse la vida. Las autoridades investigan varias versiones por la muerte de la ingeniera de sistemas. La Policía y la Fiscalía no descartan ni el suicidio ni un posible crimen pasional. Funcionarios de ambos organismos dicen que esperan el resultado que arroje la necropsia para comenzar las investigaciones en firme. De tratarse de un posible “paseo millonario”, un funcionario del CTI de la Fiscalía dice que una vez reciban la orden para actuar precisarán en qué cajero estuvo la víctima para identificar a través de las cámaras si la transacción la hizo sola o acompañada. De lo que si tienen certeza hasta la presente, asegura el investigador, es que la mujer le realizó la transferencia a su marido en la noche del martes. “Apenas sepamos la causa de muerte, se ordenarán las capturas”, anota el funcionario del CTI. Lidusvir Márquez, de 43 años, fue sepultada ayer en la tarde en el Cementerio Jardines de Eternidad, en las afueras de Barranquilla.