Tragedia en La Loma

Ayer, como todos los días, Rafael Pautt Sáenz, se levantó temprano y se dirigió a la terraza de la casa a tomar su acostumbrada taza de café. Según el relato que hicieron sus hermanos, él estaba muy alegre porque la noche anterior (viernes), había cumplido 16 años, fecha que celebró con sus familiares. Una tía, en medio del dolor por lo ocurrido, contó que el viernes salió a comprar la ropa que se pondría en la noche. Elizabeth, su hermana, relató que eran las 8.15 de la mañana y en la terraza de la casa se encontraban Rafael, Ronald, otro de sus hermanos, y ella. “Rafael estaba molestando. Mientras abría la ropa que le había lavado, me decía que le lavara los zapatos”, cuenta, entre lágrimas, recordando paso a paso los últimos momentos en compañía de su hermano. Se cayó la terraza Mientras buscaba el carné del Sisbén de Rafael, entre el desorden que dejó el derrumbe, contó que seguían chalando y que llegó otra persona del barrio, que se sumó a la conversación. “Pasaron pocos segundos cuando el vecino que les acompañaba comenzó a gritar, pero en su desesperación no decía nada. Alcance a dar la vuelta para mirar qué ocurría y sólo sentí cuando Ronald me empuja, y que algo me golpeó en uno de los brazos. Cuando miré se había caído la terraza y parte del techo de la casa”, contó. Los minutos siguientes fueron de angustia, todos pudieron ponerse a salvo, menos Rafael, a quien le cayó parte de la viga y el techo de la terraza, mientras estaba agachado lavando sus zapatos. Tan pronto se escuchó el estruendo, la gente comenzó a salir de sus casas para ver que pasaba. Fue cuando se dieron cuenta que parte de la casa de Rafael, localizada en la calle Los Poquiticos, del sector La Loma del barrio 20 de Julio, se había desplomado, y que el muchacho, gravemente herido, yacía entre los escombros. Ayuda Tan pronto los vecinos se percataron de lo ocurrido corrieron hacia el lugar para auxiliar a Rafael. “Fueron minutos de desesperación. La gente intentaba rescatarlo, pero era difícil, ya que había quedado debajo de escombros bastante pesados”. También se llamó al Cuerpo de Bomberos para que atendiera la emergencia. Cuentan algunos testigos que cuando lograron rescatarlo, el muchacho estaba en muy mal estado. Muchos de los que lo vieron presagiaron lo peor. Rumbo a un centro de salud Una vez lograron sacar al muchacho de entre los escombros comenzó otra dura carrera contra el tiempo para llevarlo a un centro asistencial. Quienes lo rescataron debieron bajar de lo alto de la loma donde está ubicada la casa hasta llegar a la avenida principal para coger un carro y llevarlo a que recibiera atención médica. Después de algunos minutos, se logró trasladar al adolescente al CAP de La Esperanza. Una media hora después, y tal y como habían pronosticado algunos de los habitantes del sector, llegó la noticia de que Rafael había muerto.