Tras 9 años de angustia, una madre supo el paradero de su hijo

Una diligencia de versión libre del desmovilizado paramilitar Sergio Manuel Córdoba Ávila, alias ‘El Gordo’ o ‘120’, fue el final de una larga historia de llanto, dolor y angustia. Una madre que no conocía el paradero de su hijo se enteró de que había sido asesinado por paramilitares y su cadáver arrojado al río Magdalena. Desde la sala de víctimas, la mujer había formulado por escrito una pregunta en la que se pedía explicaciones sobre la suerte del joven Manuel Segundo Arroyo Santos, quien tenía 21 años en la época en que ocurrieron los hechos: el 3 de enero de 2001. La familia Arroyo Santos vivía en El Carmen de Bolívar. Manuel se había ganado una beca para estudiar una carrera técnica relacionada con Sistemas en la ciudad de Sincelejo, para lo cual necesitaba juntar 100 mil pesos para gastos de movilización y estadía en dicha ciudad. Por eso decidió subirse a los buses intermunicipales a vender galletas y cazadillas. El 3 de enero de 2001, Manuel se montó en El Carmen a un bus de Torcoroma a vender sus productos, pero al conductor se le olvidó dejarlo en San Juan Nepomuceno. El vendedor ambulante se bajó en el puente del municipio de Calamar y ahí desapareció. La respuesta que dio Sergio Manuel Córdoba Ávila desde la sala de versión libre ante el fiscal Francisco Álvarez fue devastadora para la madre del joven desaparecido. “A ese muchacho lo arrojaron al río”, dijo. La mujer, presa de un crisis nerviosa, rompió a llorar lamentándose no haber tenido dinero para dárselo a su hijo, para que éste no tuviera que dedicarse a vender galletas. Dijo que en los 9 años que han transcurrido no ha tenido vida, y que su hijo era un muchacho sano que no tenía cuentas pendientes con nadie. Otras muertes confesadas El 22 de agosto de 2001, en la estación de gasolina La Estrella, en Arroyo Hondo, fue asesinado José María Pérez Mariote, acusado por el ‘para’ Parménides Orozco, alias ‘Pambe’, de ser auxiliador de las Farc. “El ‘Pambe’ lo manda a matar con ‘Flaco pelle’ y ‘Cachaco negro’. Él estaba en la lista de objetivos que yo había autorizado. ‘Pambe’ me dijo que estaba seguro”, aseguró Córdoba Ávila. Tanto ‘Pambe’ como ‘Flaco pelle’ y ‘Cachaco negro’ fueron asesinados posteriormente. En otra lista se encontraba Manuel Demetrio Cuadro Polo, quien fue asesinado por dos paramilitares el 2 de abril de 2002 en Santa Rosa de Lima, exactamente en la finca Los Andes, en la vía a Villanueva. El mismo trágico destino le ocurrió a John Álvarez Hernández el 6 de abril de 2002 en Arjona, cuando fue ultimado a tiros en la cantina ‘El portón rojo’. Dos paramilitares conocidos como ‘Cantinflas’ y ‘Chocolate’ le dispararon hasta matarlo. Hurto de ganado y ‘vacunas’ ‘El Gordo’ dijo que hará entrega a la Unidad de Justicia y Paz de la finca ‘Ana María’ o ‘Rodelo’, ubicada en La Enea, jurisdicción de El Guamo. “Esa finca no la explotaron ni las Autodefensas ni yo, sino los mismos campesinos”. El ex ‘para’ aseguró que la finca estaba abandonada, al parecer, porque los dueños se habrían tenido que ir por la presión de la guerrilla antes de su llegada a la zona como comandante. “Les dijimos a los campesinos que las explotaran hasta que aparecieran los dueños. Una vez los dueños quisieron meter allí un ganado pero les dijimos que esperaran a que los campesinos recogieran las cosechas para que los animales no se las comieran”, agregó. También confesó un robo de ganado el 17 de abril de 2002 en la finca La Playa, en Mahates, Bolívar. Según dijo, el propietario de la finca estaba atrasado en las cuotas extorsivas que le correspondía pagar. Por año tenía que pagarles a las Autodefensas 3 millones y medio de pesos, y no había hecho los pagos en los últimos 4 años. Por eso le robaron de 25 a 30 reses.