Tres asesinatos en 15 horas en Cartagena

En el barrio Santa María hay indignación. A Wilfredo Villarreal Martínez lo mató a puñaladas un primo de su novia, en medio de un arranque de celos. Familiares de la víctima se preguntan por qué lo asesinó si ellos eran amigos.
Buscando respuestas también se encuentran los allegados de  Andrés Manuel Manotti Barcelo. El hombre, de 34 años, fue acribillado por un sicario en el barrio 20 de Julio. Al parecer, no tenía amenazas ni enemigos.
La situación es parecida para los parientes de Juan José Hernández Arzuza, a quien mataron en el sector Central de Olaya Herrera. Se  presume que fue una venganza por problemas entre pandillas, pero se desconocen las circunstancias del hecho.
Lo único claro en estos casos, es que los tres perdieron la vida en hechos violentos que sucedieron en menos de 15 horas en Cartagena.

Lo mató por celos
Los celos desmedidos de alias Glendeivis lo convirtieron en asesino. El sujeto le pegó cinco puñaladas en el tórax a su amigo Wilfredo Villareal Martínez, novio de una prima suya, porque no quería que el joven sostuviera una relación sentimental con su familiar. El homicidio se registró a la 1:30 de la madrugada de ayer, en la calle 75 del barrio 7 de Agosto.
Jorge Villareal Martínez, hermano de la víctima, narró los hechos que le costaron la vida al menor de sus cinco hermanos.
“Wilfredo llegó a la casa de su novia y tocó la puerta. Cuando abrieron el primero que salió fue un perro y se le tiró encima a mi hermano para morderlo, él le pegó una patada para que lo soltara. Enseguida salió el Glendeivis de la casa y sin decir nada le dio cinco puñaladas a mi hermano”, dice el familiar.
Wilfredo Villarreal fue herido de muerte en el tórax. El joven, de 28 años, se desplomó al piso y se cortó la cara con una botella de ron que llevaba en las manos.
Una amigo de la víctima, que presenció lo ocurrido, corrió a la casa de Villarreal a dar la mala noticia.
“Él me dijo que habían apuñalado a mi hermano, así que me fui para la casa de la novia a ver qué había pasado. Encontré a Wilfredo tirado en el piso. Estaba desangrándose”, cuenta el familiar.
En un intento por salvarle la vida, lo montaron en una bicitaxi y lo llevaron al CAI de San Francisco. De allí lo trasladaron en una patrulla de la Policía al CAP de La Esperanza. Pese a los esfuerzos, los médicos confirmaron que llegó sin signos vitales. Wilfredo Villareal se ganaba la vida como bicitaxista y residía en la calle Luis Carlos López, en el barrio Santa María. El homicida logró escapar y es buscado por la Policía.
“No sabemos nada”
Doce  horas después del asesinato del bicitaxista, la sangre volvió a correr en la ciudad.
La víctima fue Andrés Manotti Barcelo. El mototaxista, de 34 años, fue asesinado por un sicario en el sector Bellavista del barrio 20 de Julio.
Testigos aseguran que Manotti estaba en la estación de mototaxista, esperando pasajeros, cuando llegaron dos sujetos en una moto.
Dicen que el parrillero se bajó, caminó hacia su víctima y le disparó en tres oportunidades.
El mototaxista recibió los balazos en el pecho. Conocidos lo llevaron a la Clínica San Juan de Dios, pero llegó sin signos vitales.
Los asesinos escaparon del lugar, y la Policía no reportó su captura. Familiares de la víctima aseguraron que esta llegó hace un par de meses a la ciudad procedente del departamento del Cesar.
“Él laboraba como soldador y como se quedó sin trabajo, se vino para acá a trabajar como mototaxista. No le conocíamos amenazas ni enemigos. No sabemos nada de lo que pasó”, dice un familiar. La víctima residía en el sector Bellavista, en el 20 de Julio. Se conoció que deja dos hijos.

Por una venganza
Juan José Hernández Arzuza, de 46 años, fue la última víctima que dejan los hechos de sangre que sucedieron en Cartagena ayer. Su crimen ocurrió a las 4 de la tarde.
El empleado de una empresa de carga, fue baleado en la terraza de una tienda en la calle La Trinidad del sector Central, en el barrio Olaya Herrera.
Los sicarios que lo mataron, quienes iban en una moto roja, no han sido capturados.
Para las autoridades y sus familiares no hay certezas de los motivos por los cuales lo asesinaron. Uno de sus allegados dice que era una persona tranquila sin problemas ni amenazas.
Sin embargo, se investiga si su muerte estaría presuntamente relacionada con una venganza en contra de uno de sus hijos, por problemas relacionados con pandillas.
Supuestamente, el hijo de la víctima recibió una amenaza en la que le decían que su familia iba a pagar sus problemas.
El cuerpo de Hernández Arzuza fue trasladado a Medicina Legal y hoy será entregado a sus familiares.