Un crimen que no se olvida

La Sala Penal de Decisión del Tribunal Superior de Cartagena aumentó a 27 años de cárcel la condena que tendrán que pagar Wilson Fuentes Cruz y José Arnulfo Rayo Bustos por el crimen de Alma Rosa Jaramillo Lafourie, quien era asesora de las comunidades afectadas por la violencia en el Sur de Bolívar. La abogada cartagenera fue secuestrada el 29 de junio del 2001 entre las poblaciones de Morales y Simití. Su cuerpo apareció mutilado el primero de julio en una finca de esa región. Fuentes Cruz y Rayo Bustos fueron vinculados a la investigación por la desaparición y asesinato de Jaramillo Lafourie el 26 de octubre del 2004 como presuntos coautores de los delitos de homicidio en persona protegida y concierto para delinquir, el primero como persona ausente y el segundo en diligencia de indagatoria. El 24 de junio de 2005, ambos fueron llamados a juicio. El 30 de abril de 2007, y tras un proceso que tuvo varios aplazamientos, el Juez Único Penal del Circuito Especializado de Cartagena condenó a José Rayo y a Wilson Fuentes a 20 años de prisión y al pago de una multa de 122 salarios mínimos legales mensuales vigentes. La defensa de Fuentes Cruz interpuso recurso de apelación contra ese fallo. En una decisión de segunda instancia, el Tribunal no sólo confirma la condena sino que la aumenta a 27 años de cárcel y a 3 mil salarios mínimos legales el pago de la multa. En la misma providencia, el Tribunal Superior de Cartagena pide que investigan por el mismo crimen al ex alcalde Morales, Loher Díaz Díaz; y a la gerente en esa época del hospital de esa población Nelly Janeth Mateus Orduna. Al caso también ha sido vinculado Marcelo Rincones Díaz, quien era personero en Morales para la fecha del homicidio. Este último era el Alcalde de esa población cuando lo capturaron en abril pasado en Cartagena. Por orden de las Auc Por el asesinato de Alma Rosa Jaramillo también son procesados los ex comandantes del “Bloque Central Bolívar” de las autodefensas Iván Roberto Duque Gaviria y Rodrigo Pérez Alzate. Ambos fueron asegurados por la Fiscalía como presuntos determinadores de los delitos de homicidio con fines terroristas y concierto para delinquir. Los dos están recluidos en la Cárcel de La Ceja, en Antioquia. Según el fiscal de Derechos Humanos y DIH a cargo de la instrucción, la vinculación al proceso de Duque Gaviria, alias ‘Ernesto Báez’, y Pérez Alzate, alias ‘Julián Bolívar’, se fundamenta en pruebas testimoniales y documentales, así como en la condición de comandantes del grupo perpetrador del crimen. El 10 de julio del 2008, ‘Ernesto Baez’ asistió a la segunda audiencia ante el Juez Único Penal Especializado de Cartagena por el crimen de la abogada. La Fiscalía y la Procuraduría pidieron condena en su contra. La bajan de un bus Alma Rosa Jaramillo Lafourie era asesora del Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, que hace unos tres años ganó un premio de Derechos Humanos otorgado por el Gobierno francés. Se hizo conocer rápidamente por sus denuncias de corrupción en la administración pública de la zona. Trabajaba como abogada litigante con comunidades afectadas por la violencia en el municipio de Morales y poblaciones aledañas. Esa labor en pro de la comunidad la puso en situación de algo riesgo. A finales del año 2000 comenzaron las amenazas en su contra. Le advirtieron que debía abandonar la región junto con su familia o por el contrario sería asesinada. A principios del 2001, según relato de su esposo, llegó a la casa de la abogada un sujeto que se hizo llamar ‘El Llanero’ –posteriormente se supo que fue Wilson Fuentes Cruz-. El individuo le puso de presente la orden de alias ‘Mario’, jefe de los paramilitares de la región, en la cual le anunciaban que tenía que irse de la región. El 29 de junio de ese mismo año, Alma Rosa iba en un bus de Morales a Simití cuando fue secuestrada por un grupo de hombres que vestían de civil y portaban armas largas. Dos días después, su cuerpo lo hallaron en la finca San Pedro, en el corregimiento El Dique. Jaramillo también se desempeñó como personera del municipio de Montecristo en 1996.