Un mes después... sigue la incertidumbre

Una misa que se celebró en su memoria el Viernes Santo en Barranquilla es lo más nuevo que ha sucedido en torno a la muerte de la ingeniera de sistemas Lidusvir Márquez Parra, el 3 de marzo pasado en las playas de Crespo. A la eucaristía asistieron, además de sus familiares, amigos y compañeros de trabajo de Electricaribe, donde ella laboró por espacio de 15 años en diferentes áreas. Un mes y dos días después que su cuerpo fuera encontrada sobre un espolón, la incertidumbre aún reina entre quienes conocían a Lidusvir, de 42 años. “Seguimos sin saber qué pasó con ella. Ni la Policía ni la Fiscalía nos dan respuestas. Todos los días preguntamos qué ha pasado, pero no hallamos explicaciones. “Sólo nos dicen que falta la ‘prueba reina’, pero no sabemos cuál es”, comenta una de las amigas de la víctima que se trasladó el Viernes Santo a la capital del Atlántico para acompañar a los parientes de la mujer. Aunque el resultado de la necropsia reveló que lo que ocurrió esa madrugada fue un crimen y que Lidusvir Márquez Parra murió por asfixia mecánica, todavía no hay capturas por ese hecho. La Sijín, organismo que tiene a su cargo la investigación, trabaja con las pruebas que le entregó Medicina Legal y con el retrato hablado de la última persona que fue vista con la víctima cerca del sitio donde fue hallado su cadáver. De ese individuo se dice por parte de testigos que lo vieron discutiendo con la ingeniera. Las autoridades sólo han confirmado que por no existir claros indicios que permitan señalar al posible victimario, no se ha dado la orden para una captura. Al cuerpo de la ingeniera de sistemas le tomaron varias muestras, muchas de las cuales fueron enviadas a Medicina Legal en Barranquilla. En una de ellas se comprobó que la mujer habría muerto al ser golpeada contra el espolón. Compañeros y amigas de Lidusvir dicen que luego de un mes de investigaciones, éstas habrían tenido que dar algún resultado. Entre las informaciones que se han escuchado de parte de las autoridades, una de ellas indica que el presunto agresor de Lidusvir Márquez sería alguien conocido de ella. La Fiscalía y la Sijín tienen la última palabra.