Un policía infiltrado los delató

El testimonio de un policía encubierto que durante meses infiltró la banda delincuencial integrada por miembros de su misma institución, es la prueba ‘reina’ que tiene la Fiscalía para conseguir que la Jueza 11 Penal Municipal con Funciones de Garantías dicte hoy medida de aseguramiento contra 17 expolicías implicados en un narcoescándalo que ha sacudido al país esta semana.
Ayer a los exuniformados, entre quienes hay dos oficiales, la Fiscalía les imputó cargos por concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico y por tráfico de estupefacientes. El jueves les legalizaron la captura.
A alias “Palma”, expolicía sindicado de ser el líder de la banda, le imputaron además de los delitos de sus compinches, los de porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares y falsedad en documento público.
Se supo que el día que capturaron a alias “Palma” en su vivienda, en el municipio de Floridablaca (Santander), le hallaron un arma de fuego y tres cédulas con su foto, pero diferentes nombres.
Ninguno de los expolicías capturados aceptó su responsabilidad en los hechos de que se les acusan.
Se supo que la Fiscalía estaba preparaba para esta postura de los procesados, lo cual no les preocupa, ya que supuestamente las pruebas en contra de los capturados son suficientemente fuertes para que la Jueza decida enviarlos a la cárcel.
El Universal conoció que, además del testimonio del policía encubierto, la Fiscalía aportará pruebas como grabaciones telefónicas, incautaciones de cocaína, versiones y movimientos bancarios de los capturados, que los incriminan en el tráfico de estupefacientes.
De ser hallados culpables de los delitos que se les acusa, los exuniformados podrían recibir una condena de más de 25 años de cárcel cada uno.
Los capturados
Los expolicías fueron capturados en allanamientos en Bogotá, San Andrés, Bucaramanga y Cali. De ellos, dos son expolicías y 15 policías activos hasta hace poco, pues luego del narcoescándalo fueron desvinculados de la institución. En su mayoría son jóvenes entre los 23 y 31 años.
Según las investigaciones, los capturados se dejaron ‘comprar’ por narcotráficantes de San Andrés Islas para sacar en lanchas rápidas la cocaína rumbo a Honduras y Nicaragua, de donde era llevada a los mercados de Estados Unidos y Europa.
El Universal conoció que cada expolicía tenía supuestamente una función dentro de la organización criminal que lideraba alias “Palma”.
Algunos laboraban en aeropuertos y dejaban que maletas ‘contaminadas’ salieran de los puertos aéreos.
Otros suministraban información reservada para ‘facilitar’ por acción u omisión el trabajo de los narcotraficantes.
A los expolicías les pagaban millonarias sumas de dinero cuando los dueños de los cargamentos de cocaína ‘coronaban’ un embarque.
Eso quedó claro en una conversación interceptada a un narcotraficante de San Andrés que hablaba del “pago de comisiones a policías por cargamentos de cocaína coronados”.