Una barrandera del municipio descubrió la cabeza de joven en bolsa

Tres hipótesis investiga la Policía por la muerte del mototaxista Víctor Antonio Canoles Machacón, a quien lo decapitaron con un machete y arrojaron su cabeza dentro de una bolsa negra frente a la Alcaldía Municipal de Santa Rosa de Lima, en el norte de Bolívar. Aunque sus familiares y las autoridades confirman que Víctor Canoles no tenía antecedentes, el general Ricardo Restrepo Londoño, comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, asegura que la posible relación con hechos delictivos es el principal móvil que se investiga por el brutal crimen. Otras dos versiones que analiza la Policía dejan entrever problemas sentimentales y una posible deuda de la víctima. Ninguna de ellas fueron confirmadas por los allegados del difunto. La bolsa de basura fue descubierta a las 6:30 de la mañana de ayer por una barrendera contratada por la Alcaldía Municipal para asear la Plaza Principal y sus alrededores. El resto del cuerpo de Canoles Machacón apareció junto con la moto que conducía dentro de una finca en la vía a Villanueva. Estaba atado de manos y pies, confirmó la Policía. A Víctor lo vio su madre por última vez a las 7 p.m. del lunes, cuando llegó a cenar antes de entregarle la moto a su dueño, una Sigma, de color negro y placa DAR-99A. Otros familiares alcanzaron a observarlo, a eso de las 9 de la noche, cuando llevaba como pasajera a una mujer. Todos creen que poco después fue asesinado brutalmente dentro de la finca La Reforma, en la vía que va a Villanueva, a 100 metros de Santa Rosa. Un investigador de la Sijín le confirmó a El Universal que por el corte en el cuello se presume que al mototaxista lo decapitaron con un filoso machete. No tenía más heridas. El horror de lo que sucedió con Víctor Canoles no será olvidado fácilmente en Santa Rosa. Para muchos, la historia del pueblo quedó partida en dos. Todos imploran que se capture y castigue a quienes fueron capaz de asesinar a una persona de esa manera. Sin importar los motivos, todos deploran lo que le pasó a un mototaxista que dejó de reparar celulares para mantener a su hijo de 2 años recorriendo todos los días, y de punta a punta, ese municipio.