Sucesos


Uno de los hombres asesinados en Barranquilla era de Magangué

EL UNIVERSAL

07 de febrero de 2010 12:01 AM

Unidades de la Policía Metropolitana de Barranquilla confirmaron que uno de los hombres que murió en un ataque cometido por sicarios motorizados, el 3 de febrero anterior, en el barrio Los Cedros, en Soledad (Atlántico), era oriundo de Magangué. Se trata de Emil José Arroyo Vanegas, de 47 años de edad, quien residía desde hacía varios años en la capital del Atlántico, en el barrio Villa Sevilla. Al momento del ataque, 8.45 de la noche, Arroyo Vanegas se encontraba conversando con Paul Emilio Villegas Palmez, de 49 años de edad, natural y residente en Barranquilla, quien se desempeñaba como soldador profesional. Cada uno, según el reporte entregado por las autoridades, recibió tres impactos de arma de fuego, que les ocasionaron la muerte cuando eran trasladados a un centro asistencial. Cuentan algunas personas que conocieron del caso que poco antes del ataque del que fueron víctima, Arroyo Vanegas recibió una llamada a su celular. Dicen que por varios minutos sostuvo una discusión con su interlocutor, a quien las autoridades tratan de identificar y establecer qué relación tendría con el hecho que minutos más tarde les costó la vida a estas dos personas. Las autoridades tratan de establecer sí esta persona, en compañía de otra, después de sostener la comunicación vía celular, se dirigió hacia el barrio Los Cedros, en Soledad y acabó con sus vidas. Según el reporte de las autoridades, una vez se cometió el doble ataque, los sicarios se dieron a la huida, pero la rápida y oportuna colaboración ciudadana permitió capturar a uno de los presuntos asesinos. A esta persona se le encontró una pistola y un suéter de color verde, el cual tenía escondido entre sus genitales. El capturado fue identificado como Orlando Rafael Pacheco Acosta, quien de inmediato fue puesto a disposición de la autoridad competente. Llamada a celular Durante el procedimiento, se recibió una llamada al celular de Pacheco Acosta. En la conversación, de acuerdo con la información conocida, el interlocutor preguntó por los resultados del trabajo que se le había pedido. “Ajá hermanito, ¿qué, ya hizo la vuelta?”. Estas palabras fueron las que escuchó el uniformado de la Policía Metropolitana que contestó el celular de Pacheco Acosta. La llamada hacía referencia, presuntamente, a la confirmación del asesinato de Emil José Arroyo Vanegas, contra quien, creen las autoridades, iba dirigido el atentado. Para las autoridades, el presunto homicida fue contratado por una persona a quien el occiso Emil Arroyo le debía una suma de dinero por la venta de una inmueble. “Las pesquisas apuntan a que el occiso sirvió de intermediario en un negocio de una vivienda”, precisó una fuente. El pasado miércoles, en audiencia el fiscal de la URI de Soledad presentó ante la juez de Control de Garantías al capturado, a quien le imputaron cargos por homicidio agravado y porte ilegal de armas. Pacheco, quien no tiene antecedentes penales, no aceptó esos delitos. En su contra, además de dos testimonios, fue presentado el estudio de balística elaborado por técnicos del CTI, que dictaminó que el arma que le fue encontrada fue la misma con la que se causó el doble homicidio. Pacheco Acosta fue recluido en la Cárcel Modelo de Barranquilla. De acuerdo con las primeras investigaciones, realizadas por las autoridades criminalísticas y judiciales, las dos víctimas registraban antecedentes penales. Arroyo tuvo detención domiciliaria por venta de drogas y Villegas por hurto de motos.

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