Vándalos causaron destrozos en cuatro calles de Lo Amador

El hecho se presentó siendo, aproximadamente, las 10:30 de la noche del viernes, cuando casi todas las familias del barrio en cuestión ya estaban durmiendo.
Testigos del ataque cuentan que eran unos 20 jóvenes quienes bajaron de las faldas del cerro, algunos transportándose en motos; y otros, corriendo.
Mientras algunos fingían que peleaban entre sí, los otros aprovechaban la confusión para empujar las puertas de las viviendas o tirar piedras en las ventanas de vidrio, la mayoría de las cuales quedaron totalmente de destruidas.
Los atacantes se concentraron, especialmente, en la Calle Ricaurte, pero fueron cuatro calles las que sufrieron los ataques, de donde también robaron televisores, teléfonos celulares, computadores portátiles, dinero en efectivo, pero no se registraron personas heridas.
Los moradores aseguraron haber llamado a la Policía Metropolitana, pero, según ellos, no se presentó el número suficiente de agentes como para enfrentar a los vándalos, “por eso creemos que las autoridades fueron negligentes en este caso”, dijo Antonia Pombo, presidente de la Junta de Acción Comunal de Lo Amador.
De acuerdo con la dirigente comunal, al parecer, en las faldas de La Popa, y desde por la tarde, se había organizado un concierto con picó, “y cuando es así, esas pandillas se pelean entre sí; o cuando está lloviendo, también se les da por tirarse piedras, pero nunca se habían metido con nosotros”.

Un ambiente de miedo

Los afectados creen que los actos vandálicos vienen de un contubernio entre las pandillas conocidas como “Las aguilitas” y “Los rapiditos”, ambos de las faldas de La Popa, con el único propósito de robar en las casas de Lo Amador.
Los mencionados pandilleros lograron hacer estragos, por lo menos, en 15 viviendas, en donde no sólo robaron, sino que también rompieron ventanas, puertas y destruyeron los vidrios panorámicos de varios vehículos.
En una de las viviendas que colindan con el barrio Pie de la Popa, en donde funciona un negocio de transcripciones, dos mujeres adultas y dos niños eran los únicos ocupantes, “pero a los pandilleros poco les importó, porque nos rompieron las ventanas, nos robaron un televisor plasma, dos celulares, nos quitaron el dinero y se llevaron un teléfono fijo. Nos les importó cuando les rogamos llorando que no nos hicieran daño, pero terminaron fue amenazándonos con unas pistolas”, contaron las afectadas.
En este mismo sector dos vehículos resultaron con los vidrios rotos, mientras que una ama de casa, quien cargaba a un bebé de meses, por poco fue herida con una piedra.
Una ama de casa de la Calle Ricaurte relató que mientras estaba  su vivienda, en compañía de sus dos hijos pequeños, los pandilleros trataron de destruir la puerta, “pero mi suegro, que vive a unas cantas casas de la mía, salió con su revólver a defendernos y unos policías lo agarraron para llevárselo preso, mientras los pandilleros se iban tranquilamente. Si no es porque me enfurezco con los agentes, se llevan a mi suegro injustamente”.
Dos locales comerciales también sufrieron el ataque de los vándalos: la tienda “La orquídea”, de la Calle Ricaurte; y la terraza “El rincón del sabor”.
En el primero, los propietarios lograron cerrar rápidamente las cortinas metálicas,  mientras los pandilleros intentaban impedírselo para asaltar el negocio.
En el segundo, la propietaria fue defendida por los vecinos y por la llegada oportuna de policías motorizados que hicieron retirar a los atacantes.
Ayer, después de instaurar la denuncia en la Fiscalía, tanto dirigentes comunales como los moradores, exigían la presencia del comandante de la Policía Metropolitana.

Hay tres capturados

El comandante de la Policía Metropolitana, general Ricardo Restrepo Londoño, dijo que los desmanes se presentaron cuando dos pandillas que asistían a un concierto de picó, en las faldas de La Popa, se enfrentaron, pero también aprovecharon para agredir las viviendas de Lo Amador, puesto que habían consumido alcohol y estupefacientes.
Por ese hecho, según el general, hay tres personas capturadas que ya fueron puestas de disposición de la Fiscalía.
El funcionario explicó que la Policía no actuó todo lo rápido que la comunidad hubiera querido, “porque para los casos de riñas entre pandillas tenemos un protocolo especial, puesto que en otras ocasiones ha habido problemas cuando los agentes han tratado de actuar enseguida. Entonces, los poco agentes que estén miran la situación e informan para pedir refuerzos”.
Dijo que ayer en la tarde se reunió con la comunidad para sugerir y escuchar propuestas de cómo mantener el orden público en la zona.