“Fue una equivocación”

Para los familiares de Edilberto Berik Jiménez, el hombre asesinado el miércoles en la calle Gonzalo Jiménez de Quesada del barrio Escallón Villa, lo sucedido con el hombre de 50 años de edad, fue una equivocación del sicario. En medio de la tristeza por haber perdido a su esposo, la compañera de Edilberto dice que éste era un hombre sin problemas y nunca le conoció enemigos. “Él era un hombre bueno, no tenía problemas con nadie y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. No hay ninguna razón para que alguien quisiera matarlo. Estoy segura que iban era a matar al parrillero de la moto y no a mi marido. Eso fue una equivocación”, dijo la mujer. Otro familiar añadió que Berik Jiménez era mototaxista desde hace mucho tiempo, y tenía más de 20 años de estar viviendo en Cartagena. “El día en que lo mataron él acababa de salir de la casa, a donde llegó para llevarle la comida a mi bebé. Después recibió una llamada y salió. Fue la última vez que lo vi con vida”, dijo la esposa. Ella cuenta que el jueves a las 2 de la tarde le avisaron que habían matado a Edilberto. “Yo no lo podía creer. Hacía sólo 3 horas que él había salido de mi casa. Nos duele mucho que lo hayan matado de esa manera tan fea porque no se lo merecía. Se le perdieron los documentos y el celular. Ahora nadie responde por eso”, terminó la mujer. El cuerpo de Berik Jiménez, quien era padre de 8 hijos, fue trasladado ayer a San Onofre (Sucre). Sigue grave Marco Antonio Salas, quien era el parrillero de la moto que conducía Edilberto, continúa en estado crítico. Se supo que el hombre de 36 años de edad, fue trasladado a una clínica de Bocagrande para recibir atención especializada. Sobre los móviles del crimen, la Policía dice que continúan las investigaciones, pero aún no se ha determinado contra quien iba dirigido el atentado.