Sucesos


“Había que dar de baja a todos los vendedores de galletas"

EL UNIVERSAL

25 de febrero de 2010 12:01 AM

Acusados de ser colaboradores de la guerrilla de las Farc, los vendedores de galletas del municipio de El Carmen de Bolívar tenían los días contados cuando corría el año 2000. Un grupo de informantes conformaba las listas de “objetivos” de las Autodefensas Unidas de Colombia, según dijo ayer el desmovilizado ex comandante paramilitar Sergio Manuel Córdoba Ávila, alias El Gordo o 120, durante una versión libre que rindió en la Unidad de Justicia y Paz de Barranquilla. La orden la había impartido el mismo “Estado Mayor” de las Auc desde la ciudad de Montería. Había que darles de baja sin más dilaciones. “Desde Montería se recibía mucha información que no se sabía de dónde la sacaban”, aseguró Córdoba Ávila en una sala del edificio Lara Bonilla, en el centro de Barranquilla. A partir de la comunicación de esa orden, los vendedores de galletas tenían los días contados. El 3 de enero de 2000, en el puente del municipio de Calamar, las Auc habrían asesinado a tiros y arrojado al río al joven Manuel Segundo Arroyo Santos, de 21 años, según lo dio a conocer El Gordo el pasado martes. Ayer narró que el 8 de febrero de 2000 le tocó el turno Edinson Manuel Leyva Correa, a quien conocían como Chencho. En el sector de Gambotico, a las 6:15 de la mañana, estaba empacando las galletas que vendería ese mismo día en compañía de varios colegas. Dos hombres armados se le acercaron en una moto y le dispararon un balazo en la frente, dejándolo muerto de manera instantánea. Junto a él también fue asesinado Manuel Herrera Montes, otro vendedor de galletas. A unas cuadras de allí, la ruta de la muerte continuaría. José David Quintana Medina también fue asesinado por las balas de los miembros de las Auc. Los urbanos de los paras habían cumplido la orden que les había retransmitido alias El Gordo. Lo sacaron de su casa El 9 de marzo de 2000, en La Bajera, San Jacinto, miembros de los escuadrones de las Auc sacaron de su casa, a las 11 de la noche, a Luis Guillermo Reyes Castellar. Fue asesinado por dos paras conocidos como Cantinflas y El Cabezón. Reyes Castellar estaba en una lista de objetivos que manejaba el comandante “Boyera”. Los familiares que desde El Carmen seguían la versión libre vía satélite, negaron los señalamientos que lo relacionaban con la guerrilla, y aseguraron que su pariente era una persona de bien. “Era una persona humilde, tenía una tienda y era músico. No saben el daño psicológico que le han hecho a mi familia, a sus hermanos, a su padre. Ustedes no verificaban antes de matar”, expresó una pariente en comunicación por avantel.

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