La vigilancia tecnológica marca un nuevo paradigma empresarial

Esto consiste en sistemas de rastreos de información que dan a las compañías la capacidad de analizar los productos existentes y estar siempre actualizados con los lanzamientos y nuevas líneas que se presentan en ferias y congresos. En consecuencia, las directivas podrán tener a su disposición información que les ayude a establecer las competencias a mediano y largo plazo.
Fernando Palop, un catedrático español experto en el tema, estuvo recientemente en Medellín capacitando sobre estas tendencias a compañías e instituciones de educación superior.
El experto explicó que desde su punto de vista, la forma como ha cambiado el mundo empresarial obliga a los directivos a recurrir a formas muchos más efectivas de compilación de información relevante.
Adicionalmente, Palop calificó la vigilancia tecnológica y la inteligencia competitiva como una herramienta de gran utilidad para los gerentes, ya que no sólo se trata de una forma más sistemática de hacer las cosas, sino que les permite ganar tiempo y capacidad de adaptación y reacción frente a otras compañías.
Respecto a la cualidad de inteligencia reflejada en el ámbito empresarial, el catedrático dijo que se trata de la capacidad de sacar provecho de los cambios que se presenten en el entorno, es decir, en lugar de convertir las transformaciones en obstáculos, las empresas deben verlas como una forma de crecimiento y evolución.
Estas prácticas de inteligencia empresarial solían ser utilizadas en su mayoría por las empresas relacionadas al sector de ciencia, tecnología, software, desarrollo y los laboratorios farmacéuticos, entre otras instituciones. Sin embargo, Palop explica que pueden ser muy útiles para las compañías de los sectores de seguros, bancos, empresas de servicios y manufactureras.
UNA TEORÍA QUE SURGIÓ EN LOS AÑOS 80
En 1980, Michael Porter, un profesor de la Universidad de Harvard, publicó un libro titulado “Estrategia competitiva”, obra en la que el académico explicaba una teoría que evolucionó hasta convertirse hoy en el concepto de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva. Palop señala que en Sudamérica el líder indiscutible es Brasil, país que hace dos décadas está trabajando con dichas técnicas, además de otras naciones como Japón, Corea del Sur, China, Suecia, Finlandia, Alemania, Estados Unidos,  Reino Unido, Canadá, Noruega, entre otros.