En la loma del barrio Henequén nadie duerme. Los vecinos que habitan la llamada “Calle del Colegio”, se la pasan todo el tiempo temerosos porque, nuevamente, el terreno sobre el que están construidas sus viviendas comenzó a erosionarse, tal como sucedió en los años 2010 y 2011.
Hace quince días, cuentan los vecinos del lugar, las grietas que presentaba la señalada calle, se abrieron y parte del terreno se deslizó hasta el punto que de la vía ahora solo quedan dos de sus seis metros de ancho.
Lo más preocupante de todo, según explicó el vecino Héctor Daza, es que al menos 8 viviendas ubicadas en esta zona, corren el riesgo de desplomarse por dichos deslizamientos.
“La comunidad está alarmada desde que la tierra otra vez empezó a ceder. Esto ocurre porque las aguas lluvias se filtran desde otros sectores y van socavando la loma; cada día se desliza más y lo que estamos viendo es que las viviendas ya están resultando afectadas”, señaló Daza.
Desde que la comunidad se percató del grave riesgo en que viven, a raíz del fenómeno, se tomó la determinación de no permitir el paso a carros ni motocicletas.
“Este terreno se ha hecho tan inestable que con el mínimo movimiento o paso de algo medianamente pesado se desmorona”, añadió Romi Pacheco, otro habitante.
Con el reciente anunció de la segunda temporada de lluvias por parte de la Alcaldía, la comunidad lo único que pide a las autoridades es que Henequén sea tenido en cuenta en las labores de prevención de una posible emergencia que se llegue a presentar.
CON LOS OJOS PUESTOS
En comunicación con Q’hubo, Vicente Cáceres, coordinador de la Oficina para la Gestión del Riesgo de Desastres, indicó que el Distrito ya tiene conocimiento de la situación en Henequén.
“Tenemos los ojos puestos en el sector del deslizamiento porque sabemos que es un verdadero problema que no da espera. Nos vamos a reunir con Infraestructura para tomar las medidas pertinentes”, indicó Cáceres.
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