De preocupación. Así se puede interpretar el sentir de la presidenta ejecutiva de la Corporación Turismo Cartagena de Indias, Zully Salazar Fuentes, con el balance de la temporada turística que termina este fin de semana.
En su informe, Salazar Fuentes hizo alusión a los principales problemas que se registraron durante la temporada, muchos de los cuales fueron denunciados por los visitantes, y los que no solo empañaron la imagen de la ciudad sino que dejó al descubierto que “hay aún mucho por hacer en torno a la competitividad turística”.
“La informalidad fue quizá el mayor lunar de la temporada”, dijo, “pues consecuencia de esta fue el abuso en los precios de algunos bienes y servicios denunciado por los turistas. Además los empresarios informales compitieron de manera desleal con los formales que sí generan empleo y pagan impuestos. Hay que hacer entender a los informales que, por ejemplo, la venta de comidas y otros bienes o servicios como alojamiento, les permite ganar ingresos momentáneamente, pero a la larga perjudica el destino y a los cartageneros”, anotó.
Cartagena de Indias fue víctima de su propio éxito, dijo. También que desde ya redoblarán el trabajo que se desarrolla en las instancias de la Alcaldía y junto con el sector privado, en temas como movilidad, sitios de parqueo, aseo, seguridad en las playas y espacio público, entre otros, “para mejorar nuestra capacidad de respuesta y meter en cintura a los infractores, sean estos propios o turistas”, dijo.
Como algo positivo de la temporada, citó la cantidad de cartageneros que salieron con sus familias a disfrutar de los diversos atractivos.
Precisó que la desaceleración en el crecimiento del turismo en Cartagena de Indias puede obedecer también a la menor inversión en temas estratégicos que comprometen la sostenibilidad y el posicionamiento del destino.
En su análisis, la presidenta de Corpoturismo hizo un llamado a la reflexión: “Así como llegan, los turistas, también se van”. “Todos los cartageneros debemos trabajar para que el turismo en la ciudad siga siendo una industria floreciente que produce, nada menos, que el 33 por ciento de los empleos formales en la ciudad”.
“Conductas como abusos en precios de servicios como alimentación o taxis, deben ser denunciadas ante la Casa del Consumidor de Cartagena. Normas en playas y dentro del mar, deben ser cumplidas al pie de la letra por los cartageneros y los turistas, y particularmente por quienes prestan servicios”, recordó.
En resumen, para Corpoturismo, el resultado de la temporada es de retos a futuro. “Las cifras crecieron pero no en la medida esperada, - proyectamos 330 mil turistas con un aumento del 16 por ciento-, aunque hubo una que rebasó todos los cálculos y que fue el aumento del 167 por ciento en el ingreso de vehículos a la ciudad pues llegaron más de 600 mil, frente a 237 mil de la temporada anterior”, explicó.
La informalidad en todas sus formas es una enemiga de Cartagena como destino turístico. El Centro Histórico, el más afectado. //el universal
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