Mirna está en Tierrabomba, su hogar, sentada a la orilla del mar limpiando unas sillas plásticas. Al fondo está la maquinaría trabajando en el plan de emergencia de protección costera, que es en términos prácticos un espolón en “L” que protegerá al caserío del embate del mar. Lea aquí: (Comenzó llegada de materiales para Plan de Emergencia en Tierrabomba)
Ella nació en esa isla, ahí vive toda su familia y sus amigos, por eso no le es difícil nombrar a todos los que tuvieron que ver cómo el mar se robaba sus casas. “Ahí había cuatro calles, se perdieron como 60 casas, entre esas las de mi hermano, mi hermana y mi abuela. Y si te contara, por el mar también quedó sin casa Ángela, Rosa González, Julita, Clementina Fernández, y si te sigo contando nos cansamos”.
A la conversación se sumaron unos vecinos, todos recordando las historias que les contaban sus abuelos de cuando El Laguito y Tierrabomba estaban más cerca. “Si alguien gritaba, uno escuchaba aquí, cogía una barquita y salía para allá. Ahora hay un mundo entre Cartagena y la isla”, contaron.
En Tierrabomba están felices. Una de las zonas donde quedaban antes las casas de sus vecinos ya comenzaron a secarse. En el sector La Puntica se sienten los más afortunados porque desde ahí comienza el espolón.
“Nadie se imagina lo que hemos sufrido como pueblo. Nos ha tocado duro. Tengo 57 años y cuando nací ya mis papás estaban pidiendo protección para la erosión costera. Por eso ahora no dejamos de darle gracias a Dios, porque esto es casi un milagro, ¡nos salvamos!”, dijo visiblemente conmovido Miguel Morales, quien junto a otros hombres de la isla pasan parte de la mañana haciendo ‘inspección’ a la obra.
Aún el plan de emergencia no está totalmente terminado, las obras siguen, pero en la isla hay optimismo, los habitantes solo hablan de esperanza y ‘sacan pecho’ porque saben que esta protección costera la consiguieron con las uñas.
“Es que nos venían pellizcando y nosotros nos hacíamos los locos, hasta que nos pellizcaron duro y nos dolió. Por eso protestamos y no votamos, creían que nos iban a convencer pero no votamos”, comentaba entre risas Mirna.
Todos tienen alguna anécdota de las elecciones del año pasado, cuando de Tierrabomba no salió ni un voto. “Ahí los que se pellizcaron fueron ellos”, dijeron los vecinos. Lea aquí: (Los habitantes de Tierrabomba no votaron)
EN UN MES
Según explicó el secretario de Infraestructura encargado, Mario Ramos Juliao, la protección de emergencia se entregaría en un mes, si las condiciones climáticas siguen siendo favorables.
“Vemos un buen ritmo de trabajo y así la gente lo interpreta, llevamos 80 metros lineales de 192 del espolón de enrrocado, es decir, va en aproximadamente 45% de avance. Las condiciones climáticas están favoreciendo el proceso y si todo sigue así podrán ser culminadas en un mes”, indicó el funcionario. Recordemos que esta es una inversión superior a los 1.300 millones de pesos.
Terminado el espolón “se complementa con una estructura para la protección de la línea de costa conformada por geotubos, que es un relleno hidráulico de más o menos 10 mil metros cúbicos”, explicó la Secretaría.
Respecto al proyecto macro de protección costera que incluye 9 espolones, cinco rompeolas y un muro marginal entre los siete kilómetros de la línea costera del corregimiento insular, se espera que las obras comiencen en julio. Ya se inició el acopio de piedras, que es la materia prima para la intervención. La inversión es de más de 24 mil millones de pesos, recursos aprobados por el Órgano Colegiado de Administración y Decisión (OCAD) Regional. Lea aquí: (OCAD Regional aprueba recursos para Tierrabomba)
En Tierrabomba, los habitantes están comprometidos a hacerle seguimiento a la obra, a vigilar que ambos proyectos queden ajustados a sus necesidades. Miguel resumió el sentir del corregimiento así: “aún no se ha terminado pero ya estamos mejor. Ahora viene el proyecto más grande que es el más chévere y nuestro único sueño es que los terminen bien y que se nos acabe la angustia”.
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