Atemorizados por la frecuente aparición de ladrones en moto, los habitantes de los barrio El Rosedal, El Educador y La Consolata pidieron a la empresa Transcaribe que les reubique el paradero que les instalaron el año pasado.
Los barrios señalados integran las partes altas de la zona suroccidental de Cartagena, y están rodeados de barrios como El Nazareno, Navas Meisel, San Fernando, Las Reinas, María Cano y San Pedro Mártir, entre otros.
En diciembre del año pasado los favorecieron con una ruta alimentadora cuyo paradero fue instalado en el sector conocido como “Los cuatro cruces”, en donde se encuentran las vías principales de La Consolata, que sube hasta El Nazareno; y la de El Educador, que comunica con San Fernando y San Pedro Mártir.
En esa misma zona hay un inmenso solar donde funciona el megacolegio de El Rosedal, pero también solía ser el sitio de encuentro de mototaxistas y ayudantes de busetas, “sparring”.
Pero en estos momentos, según el líder comunal Eduardo Ferrer Luna, la zona suele ser visitada por asaltantes en moto, quienes aprovechan las horas tempranas de la mañana cuando entran los primeros busetones de Transcaribe; y las altas horas de la noche, cuando algunas personas regresan a casa.
Ferrer Luna dijo que los forajidos despojan de teléfonos celulares y bolsos a sus víctimas, “aunque algunas veces también han atracado a cobradiarios que vienen manejando motos y les roban sus vehículos”
Asimismo, señaló que, antes de instalar el paradero, la empresa Transcaribe no socializó con los usuarios. “De haberlo hecho --anotó Ferrer--, les hubiéramos sugerido que lo pusieran en la Carrera 78, en la 76B o en la 76A”.
Otra de las inquietudes de los moradores consiste en que, según ellos, los busetones son demasiado grandes para lo angosto de las calles, por lo que se les dificulta doblar esquinas.
“Creemos que en la vía que corresponde a El Rosedal, tomando en cuenta que a uno de los lados hay una gran zona verde, se puede eliminar el andén y ampliar mucho más la vía, para que los busetones puedan girar sin dificultades y no se formen tantos trancones”.
Por su parte, voceros de Transcaribe advirtieron que los paraderos no se instalan caprichosamente sino con base en estudios tendientes a saber en cuáles sitios son beneficiosos para un mayor número de comunidades.
Hicieron saber que no es esta la primera vez que una comunidad se muestra inconforme con la instalación de un paradero, pues hasta en los barrios con menos problemas de orden público se han visto tales divergencias.
Recalcaron que, tanto la asignación de rutas e instalación de paraderos son todo un trabajo integral que se coordina con la Secretaría del Interior del Distrito, para reforzar las incursiones policiales en cuanto esté funcionando el sistema.
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