Se repite un penoso hecho en las playas de la ciudad, generado por la famosa “pruebita” de masajistas. Apenas a principios de abril, dos turistas del interior del país salieron lesionados en medio de una riña en Bocagrande. Denunciaron que una mujer les quería cobrar una suma excesiva por un masaje hecho a una mujer mayor.
(Lea aquí: Atacan a turistas en Bocagrande por negarse a pagar por "pruebita" de masajista)
Ello conllevó a una discusión y dos de los turistas fueron agredidos. A uno lo golpearon con una silla. Este lunes, se conoció otro presunto abuso sufrido por unas turistas chilenas que estaban en las playas de Bocagrande.
Así lo denunció la chilena Paulina Calvo, quien contó que llegó a Cartagena el sábado pasado. El domingo fue a las playas de Bocagrande, acompañada por su hija y una amiga. Sin embargo, a las 11 de la mañana ocurrió el hecho que ahora está denunciando.
Indicó que estando en el lugar llegaron dos mujeres, quienes les aseguraron ser masajistas certificadas y que les iban a dar una prueba gratis.
La extranjera señaló que las mujeres se le acercaron sonrientes y alegres, y que de inmediato las fueron sobando.
“Nos untaron una especie de champú. A mí solo me hizo masaje en pies y parte de brazos, y a mi hija también le hicieron lo mismo. No duraron ni cinco minutos haciendo eso. Con mi amiga fue lo mismo”, indicó Paulina.
Esta explicó que solo unos instantes después, las autodenominadas masajistas le indicaron que debía cancelar $450 mil. Es decir, $150 mil por cada una de las turistas.
Esta misma dijo que trató de reclamar, pero se vio intimidada porque varias personas, que, al parecer, son trabajadores de la playa, y vendedores ambulantes, llegaron. Contó que dos hombres empezaron a pelearse y cree que lo hicieron para intimidarla a ella y a sus acompañantes, por lo que decidió pagar los $450 mil. “Con esa plata que pagué, en Chile fácilmente hubiese pagado lo mismo en un spa por un masaje de más de una hora”, agregó.
Hoy, la chilena denunció el hecho ante los medios de comunicación y se esperaba que lo hiciera formalmente ante la Fiscalía o la Sijín. Tras conocer el hecho, patrullas del cuadrante de la Policía Metropolitana de Cartagena ubicaron a una de las mujeres que hizo los masajes.
Como esta no portaba un documento de identidad, fue conducida hasta las instalaciones de la institución, donde fue identificada plenamente. Se analiza si a la mujer le podrían hacer un comparendo mediante el Código de Policía y si es suspendida para la actividad que realiza en la playa. Se esperaba que la turista afectada interponga un denuncio por estafa.
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