Actividad física en embarazo, opción para ser madre sana

Estar embarazada no significa estar enferma y tener que mantenerse en cama.
Al contrario hay más razones que nunca para mantenerse activa por su bienestar y el de su bebé.
Así que, a menos que tenga un embarazo de alto riesgo o que su médico le haya recomendado total quietud, usted puede realizar actividad física siempre tomando las precauciones del caso.
“Son muchos los beneficios del ejercicio físico durante el embarazo, además de ayudar a controlar el peso, hace que las mamitas se recuperen más rápido después del parto, mejora la capacidad para respirar y la circulación, ayuda a relajar los músculos y a controlarlos en las contracciones (disminuye los calambres), y es muy útil para que se mantengan lindas”, afirma la ginecóloga Gineth Montes.
Pero no se trata de excederse ni realizar actividades inadecuadas porque de todas maneras es una etapa en la que debe cuidarse.
Los ejercicios que realice también dependen de su ritmo de actividad física antes de quedar embarazada.
Según el texto ‘Mi manual del bebé’, de la Federación Colombiana de Asociaciones de Obstetricia y Ginecología, Fecolsog, si la madre “practicaba aeróbicos, nadaba algunos días o trotaba, continuar esta actividad será beneficioso”.
Pero si la mujer no realizaba actividad física “será útil iniciar una, aunque moderada. Es excelente practicar yoga o natación, o comenzar a dar paseos a ritmo moderado”.
Los más recomendados
Para Gineth Montes, montar en bicicleta  estática o nadar son dos buenas maneras de ejercitarse durante el embarazo.
“Ni nadar ni montar en bicicleta estática requieren de que el cuerpo sostenga el peso que se va ganando con el embarazo, por eso son dos opciones muy recomendadas y más cómodas para las mamitas, además de que evitan inflamaciones como las de los pies”.
Fecolsog a través de su manual también recomienda no hacer ejercicios acostada de espalda desde el segundo trimestre del embarazo, ni permanecer mucho tiempo de pie para que el peso del bebé no ocasione problemas de circulación a la madre.
Sugiere además durante el ejercicio, “tener posturas correctas inclinando la pelvis y enderezando la espalda, evitar saltos, no arquear la espalda, no levantar los pies sobre las caderas, no hacer abdominales, y en cambio hacer estiramiento siempre, antes y después del ejercicio”.
También señala que a medida en que el embarazo vaya avanzando, se debe ir reduciendo al mismo tiempo la rutina física.
Evita problemas de peso
La actividad física durante el embarazo ayuda a controlar el peso, previniendo de esta manera las enfermedades que este tipo de complicaciones deja como resultado.
Cuando las madres ganan mucho peso, son tendientes a la obesidad, lo cual les puede ocasionar diabetes gestacional, preeclampsia e hipertensión, mortalidad perinatal, malformaciones congénitas, cesáreas y partos con espátulas o forceps.
Pero cuando se habla de problemas de peso, no se hace referencia sólo al sobrepeso, sino también al bajo peso.
Cuando la madre tiene bajo peso, significa que el bebé también lo tiene en el útero y lo tendrá al nacer, lo cual se refleja negativamente en el crecimiento, desarrollo y las primeras etapas del la vida con las consecuencias que trae la desnutrición y la mortalidad infantil.
Siempre cómodos
Recuerde que usted debe estar cómoda con toda actividad física que realice y hacer uso de elementos deportivos que sean confortables, pues su comodidad le brindará bienestar al bebé.
Use ropa liviana, que le permita moverse, colchonetas o almohadas en caso de que necesite apoyarse, zapatos que no le dejen lastimas las rodillas.
No realice ejercicios de máximo esfuerzo, pues el objetivo de esta actividad es alistarse para el parto, más no entrenarse para deporte extremo.