Con aberturas de menos de un centímetro de largas se puede lograr la corrección de malformaciones en los huesos de los pies, tales como juanetes y dedos de garra, entre otros.
Esto es posible con un procedimiento quirúrgico llamado cirugía mínima invasiva.
“Es un tipo de cirugía en el cual como su nombre lo que indica se invade menos, es decir, que se realizan correcciones de huesos a través de incisiones muy pequeñas, la máxima herida es de menos de un centímetro de larga”, afirmó Orlando Núñez Caraballo, médico ortopedista especializado en pies.
Con la cirugía mínima invasiva se pueden hacer correcciones en los tobillos y pies, que habitualmente se lograban con incisiones muy grandes.
“Estas correcciones realizadas de manera tradicional sólo se logran con aberturas grandes que además invaden tejidos de manera innecesaria”, dijo Núñez Caraballo.
Las ventajas
Aunque la manera tradicional en la que se realizan este tipo de cirugías es totalmente aprobada, la cirugía mínima invasiva les deja muchas ventajas a los pacientes.
“Con la cirugía mínima invasiva se conservan tejidos porque sólo se tocan los huesos que se necesita operar sin comprometer otros; como las heridas son pequeñas el tiempo de recuperación es mucho menor y los dolores no son traumáticos”, explicó el médico.
El paciente puede caminar inmediatamente después de la cirugía.
“Ellos bajan de la camilla y van hacia la sala de recuperación caminando con los pies anestesiados; en su tiempo de recuperación pueden caminar hacia el baño, conducir, hacer actividades normales pero no excesivas, por ejemplo no pueden salir de compras; pero su recuperación no es traumática, a veces tienen un poco de molestias pero nada de los haga sentir inútiles”, agregó.
Al no haber heridas grandes los pacientes corren menos riesgos de adquirir infecciones o bacterias; además les es posible caminar porque en la cirugía mínima invasiva no requiere de insertar tornillos, grapas o alambres, los cuales alargan el proceso de recuperación porque se debe esperar que los huesos peguen.
“Se opera con un instrumental quirúrgico especialmente hecho para cirugía mínima invasiva, si hay que limar un hueso se hace con una especie de lima pequeña y sacarlo ya convertido en pasta, se realizan cortes de hueso si es necesario, no se usan tornillos, clavos, ni grapas, para corregir por lo cual no hay que cuidar que algo se parta y es otra razón por la que el paciente puede caminar de una vez”, acotó el especialista en pies.
La recuperación requiere de unas 8 semanas, aunque en algunos casos bastan sólo 4 semanas para que el paciente se ponga sus zapatos habituales.
En las cirugías habituales para corregir huesos de pies o de tobillos se realizan incisiones de entre 6 o 7 centímetros, y por ser procedimientos de heridas grandes se exponen otros huesos; habitualmente la primera etapa de recu-peración requiere de inmovilización del paciente y por debe someterse a silla de ruedas, caminador o muletas, durante un poco más de un mes.
En la segunda etapa podrá empezar a mover los pies pero requiere de rehabilitaciones y terapias para apoyarlos poco a poco.
La cirugía mínima invasiva le permite al paciente ser productivo mientras se recupera (sin extralimitarse) sin que el postoperatorio sea trauimático y doloroso, razón por la cual muchas personas se niegan a someterse a este tipo de procedimientos.
Se deben tener los cuidados como mantener el pie seco, no correr ni saltar, no caminar en exceso, y si la herida enrojece asistir al médico para prevenir una infección.
En el postoperatorio es normal que aparezca inflamación durante unas 3 semanas.
Correcciones de pies
Correcciones en pies y tobillos son las que se pueden realizar a través de la cirugía mínima invasiva.
“Se pueden corregir juanetes, neuromas o inflamaciones nerviosas del pie, dedos en garra, dolores en la plata del pie, molestias en el tobillo, alargamiento de huesos, espuelón calcáneo, callos, y una gran variedad de situaciones que dificultan la capacidad de movimiento y limitan la libertad de desplazarse normalmente”, acotó el médico Núñez.
Cirugías subsidiadas
La Fundación Dar, Fundar, está promoviendo que las personas que deseen someterse a estas cirugías y tengan el dinero para pagarlas, lo hagan para ayudar a aquellos que no tienen los recursos económicos para realizarlas.
“Estamos esperando para ver cuantas personas se operan con esta técnica novedosa, buscando que parte de estos dineros sirvan para subsidiar cirugías de este tipo pero en personas de escasos recursos y especialmente en niños”, afirmó Bertha Fandiño, directora de la fundación.
Según Fandiño durante el mes de junio se espera recibir en consulta con el médico Núñez a personas que además de someterse a una cirugía mínima invasiva deseen colaborarle a las personas de estratos 1 y 2 de Cartagena.
“Ya estamos ayudando por ejemplo a un niño que nació con los pies invertidos con recursos donados también por ONG y fundaciones in-ternacionales.
Salud
Cirugías de pies, con incisiones muy pequeñas
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