La mala nutrición, especialmente en la infancia, es un obstáculo que impide que los individuos desarrollen todo su potencial, causa problemas de aprendizaje, crecimiento y desarrollo.
Es por esto que la nutrición resulta vital para la salud, el desarrollo, la supervivencia y el crecimiento de todas las personas, más aún de los niños.
Por esta razón, es necesario garantizarles una alimentación y un tratamiento de calidad que permita reforzar su sistema inmune, fomentar su crecimiento, contraer menos enfermedades y gozar de una mejor calidad de vida.
Pero la salud nutricional de los pequeños, no depende de ellos mismos sino de sus padres y cuidadores, así como de los centros de salud, encargados de orientar a los padres de los niños.
Según Clara Rojas Montenegro, nutricionista infantil, “las deficiencias nutricionales que se presentan en los niños, pueden entorpecer su óptimo crecimiento, desencadenando dificultades en su aprendizaje y desarrollo cognitivo, además de volverlos más propensos a contraer enfermedades como la anemia. Los signos tardíos, principales para detectar si el niño padece de desnutrición son bajo peso y baja talla, para su edad”.
Desde antes del embarazo
El punto de partida para garantizarle una nutrición de calidad al niño, es la preparación de la mujer antes del embarazo; para ese momento es indispensable que las mujeres tengan buenos niveles de micronutrientes y ácido fólico.
Después del nacimiento y hasta los seis meses de edad, la lactancia materna es la mejor fuente de nutrientes para los recién nacidos y los niños pequeños. Este alimento contiene anticuerpos que los protegen de enfermedades como diarrea y neumonía, principales causas de mortalidad infantil en todo el mundo.
“Sus nutrientes protegerán a los niños durante sus primeros dos años de vida. Además, amamantar al niño crea un vínculo emocional entre la madre y el hijo” señala Rojas Montenegro.
La siguiente etapa importante en la nutrición infantil se da a partir de los seis meses de vida del bebé, cuando se inicia la alimentación complementaria. Los expertos recomiendan no suspender la lactancia materna, que debe extenderse hasta los dos años de edad, permitiendo suplir todas las necesidades de energía y nutrientes del niño.
Nutrición complementaria
A partir de los seis meses de edad, el bebé está en la capacidad de consumir otro tipo de alimentos que proporcionen energía y proteínas fundamentales. Sopas, compotas, carne, frutas o verduras, son ideales en esta etapa. Es necesario observar, con la ayuda del médico, si el desarrollo del bebé es el adecuado, o si por el contrario se presenta bajo peso y baja talla para su edad.
“Se puede dar inicio introduciendo alimentos blandos progresivamente y en bajas cantidades, para probar la tolerancia del bebé hacia éstos. A partir de los seis meses de edad el niño empieza a distinguir sabores, colores, olores y texturas, que permiten estimular la habilidad para masticar y crear los futuros patrones de alimentación”, explica la Nutricionista.
Después de los 3 años...
Desde que el niño empieza a consumir alimentos por sí solo, bajo supervisión de sus padres o cuidadores, hay que establecer en familia los hábitos alimenticios:
- Visite a su médico. Éste identificará si existe algún tipo de retraso en el crecimiento y desarrollo.
- Recuerde que el padre de familia decide qué alimentos consume su hijo.
- Un niño gordo no es sinónimo de que esté bien nutrido.
- Una alimentación adecuada debe incluir 5 tiempos de comida: desayuno, media mañana, almuerzo, media tarde y comida. Establezca horarios fijos.
- Según la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica los alimentos de todos los grupos garantizan que no habrá deficiencias nutricionales.
- Cree espacios atractivos para que el niño consuma los alimentos de forma agradable y sin presiones.
- Establezca hábitos de vida saludable: alimentación balanceada acompañada de actividad física constante.
- Cuando su hijo ingrese a un centro de salud, deberá ser pesado y medido, para establecer si existe algún tipo de retraso en el desarrollo.
- Consulte con el médico pediatra todas las dudas que tenga, sobre la nutrición de su hijo.
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