Detector casero de infartos llegó a Colombia

Los colombianos de corazón frágil podrán hacer uso de un detector de infartos del tamaño de una tarjeta de crédito, una nueva tecnología que llegó al mercado colombiano y que le permitirá al paciente, en cuestión de 15 minutos, saber si está próximo a sufrir un infarto. Se trata de “Cardio Detect”, una novedosa prueba diagnóstica que funciona similar a un glucómetro encargado de medir los niveles de glucosa en la sangre de los diabéticos. Con Cardio Detect, de la casa farmacéutica Biopas, el paciente sólo tiene que poner 3 ó 4 gotas de sangre en el dispositivo y esperar entre 15 y 20 minutos para saber sí está en proceso de infarto o no. El cardiólogo de la Clínica del Country, Gabriel Robledo, explica que lo bueno de esta prueba es que puede detectar un infarto en muy poco tiempo y con una efectividad en el 87 por ciento de los pacientes. Mientras que otras formas como el electrocardiograma son positivas en un 60 por ciento, y la troponina y mioglobina en un 42. Como la sensibilidad de la prueba es de un 96 por ciento, se pueden conocer los resultados muy rápido. Por eso, Robledo aclara que pacientes que han sufrido de un infarto o que tienen antecedentes de enfermedades coronarias pueden usarlo en su casa y agilizar el proceso de atención en las clínicas donde son remitidos en caso de requerirlo. El dispositivo llegará a Hospitales y Clínicas del país y a centros donde se expenden elementos médicos. Su costo es de alrededor de 150 mil pesos y al usarlo debe ser desechado, como una prueba de embarazo, después de marcar positivo o negativo. Cómo funciona El cardiólogo explica que la prueba de diagnóstico debe ser usada por el paciente o por el médico cuando la persona experimenta dolor en el pecho, fatiga, sudoración fría, palpitaciones, acompañado en ocasiones por un dolor en la mandíbula y en el brazo izquierdo particularmente. En ese momento el paciente o el médico toman tres gotas de sangre (80 o 100 ml) y las ponen en el campo de prueba del dispositivo que viene cubierto en un sobre. Después de 15 ó 20 minutos el resultado marcará positivo o negativo, lo que indicará si la persona realmente está propensa a sufrir un infarto. Robledo explica que cuando una persona sufre un infarto, es porque hay obstrucción en una de las arterias coronarias, lo que lleva a que se produzcan una serie de encimas en la sangre. Si estas encimas son detectas por la prueba quiere decir que existe un riesgo de infarto, si no es porque se trata de otro tipo de afección. Muchas personas piensan que han sufrido un preinfarto cuando experimentan un dolor agudo en el pecho, algo errado, según el cardiólogo, teniendo en cuenta que dentro del campo científico los preinfartos no existen. Lo que se produce es una angina, que es un dolor en el pecho que puede desencadenar síntomas similares a los de un infarto. Por eso la importancia de la prueba más aún cuando con otro tipo de métodos, el paciente debe esperar por lo menos cuatro horas desde el inicio del dolor para conocer el estado del corazón. Si el examen sale positivo, el cuerpo médico toma las medidas para manejar el infarto agudo o de miocardio, nombre científico del ataque cardiaco. Después se repite el examen, pero cuando el paciente ya se encuentra en cuidados intensivos, para evitar un daño en el músculo cardiaco, que se produce cuando se prolonga mucho tiempo el infarto sin que el paciente sea tratado, manifestó Robledo. Sobre los infartos Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en el mundo según cifras de la Organización Mundial para la Salud. Los trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos pueden causar infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares. El cardiólogo explica que los pacientes más propensos a sufrir de infartos son los que sufren de diabetes; las personas sedentarias; los obesos; los fumadores compulsivos; los hipertensos; y los que tienen antecedentes familiares de enfermedades coronarias. Se estima que un 80 por ciento de las muertes son provocadas por cardiopatías o accidentes cerebrovasculares, que podrían evitarse con un estilo de vida saludable, basada en una alimentación balanceada y la realización de una actividad física regulada. Para este tipo de personas la Fundación Española del Corazón recomienda el consumo de hortalizas y verduras, cereales y la ingesta de aceites, especialmente el de oliva de 3 raciones al día. En cuanto al ejercicio se recomienda la práctica regular de una actividad física moderada como: caminar, marchar, nadar, bailar, montar bicicleta, de 30 a 60 minutos al día y al menos de tres a cinco días por semana.