El feto ahora es un paciente

Con los últimos adelantos tecnológicos ahora es posible que el niño, desde antes de nacer, ya sea conocido por sus padres y familiares. Esa misma tecnología permite que a éste se le detecten problemas de salud que antes sólo se conocían cuando el bebé nacía. En pocas palabras, al feto ahora se le trata como un paciente más. Francisco Soleimán Carmona, especialista en obstetricia y ginecología y especialista en medicina materno fetal, explica que desde hace algunos años, a raíz de los grandes avances en el aspecto tecnológico, los especialistas en medicina materno fetal han tenido la oportunidad de acercarse mucho más al feto y considerarlo y manejarlo como un paciente, conociendo de cerca muchos aspectos de su desarrollo normal y de las alteraciones tanto de la anatomía como de la función de sus órganos. Esto ha permitido que al feto se le pueda diagnosticar y tratar desde el período antenatal, o sea desde que están dentro del vientre materno. UN PEQUEÑO PACIENTE Al feto se le considera como un paciente, explica Soleiman Carmona, porque éste ya puede sufrir enfermedades que en algunos casos dependen de alteraciones en la salud de la madre, como por ejemplo infecciones maternas que se transmiten a través de la placenta. Explica que problemas como diabetes e hipertensión maternas pueden causar cambios en el desarrollo fetal e incluso algunas malformaciones. En otros casos se presentan en forma independiente, como por ejemplo, condiciones genéticas o hereditarias, exposición a algunas sustancias o elementos que pueden llegar a producirles daño, como radiaciones, o medicamentos. DIAGNÓSTICOS CLAROS En todos estos casos, dice, los especialistas están en capacidad de hacer diagnósticos claros y exactos de la condición de la salud fetal. “Esto lo hacemos basados en nuestros conocimientos y con la ayuda de herramientas tecnológicas de gran resolución, como es la ecografía o ultrasonido de última generación. “A través de ésta podemos realizar exámenes detallados de la anatomía fetal, inclusive desde épocas muy tempranas de su desarrollo y así poder darle a los padres la buena noticia de que su hijo va a nacer en perfecto estado de salud, o en algunos casos diagnosticar el problema o enfermedad del feto y orientarlos hacia su tratamiento adecuado desde la etapa prenatal”. EXÁMENES Existen varios exámenes que se pueden realizar a los fetos para verificar su condición de salud, los que se inician desde el momento en que una mujer tiene la certeza de que va a ser madre. Estos exámenes se dividen en varios grupos. EXÁMENES QUÍMICOS Estos exámenes se realizan con muestras de sangre materna y orientan a predecir el riesgo que puede tener el feto de padecer enfermedades congénitas, como el síndrome de Down o algunas otras alteraciones cromosómicas. Estos se llevan a cabo en el primer trimestre del embarazo (las primeras 14 semanas). “Si con los resultados vemos que el feto tiene un riesgo alto de presentar anomalías, pasaríamos a proponerle y a realizar un estudio genético en el líquido amniótico. Este examen lo practicamos entre la semanas 14 a 16 extrayendo una cantidad determinada de líquido amniótico guiados por ecografía y lo mandamos al instituto de genética para su estudio”. ECOGRAFÍAS A través de la ecografía de última generación se realiza un estudio que se llama tamizaje genético por ultrasonido, que consiste en examinar unas estructuras en los fetos como la translucencia de la nuca, el hueso nasal, la válvula tricuspídea en el corazón fetal, el conducto venoso y de acuerdo a los resultados se puede predecir el riesgo fetal de presentar alteraciones cromosómicas y/o cardiopatías congénitas. Este estudio se realiza entre las semanas 11 y 14, ya que después de este tiempo pierde su validez. También a través de ecografía se realiza un estudio que se llama de tercer nivel o de detalle anatómico. Éste se realiza entre las semanas 22 a 24 y sirve para detectar las malformaciones en la estructura anatómica de los fetos. Teniendo ese conocimiento se puede orientar a las madres acerca del tratamiento y si este se puede realizar estando el bebé dentro del vientre o al momento de nacer. “En este momento contamos también con la ecografía tridimensional que nos ayuda en la precisión de los diagnósticos y, además, se convierte en una excelente oportunidad de estrechar los lazos afectivos entre los bebés y sus padres y familiares, aumentando la ilusión y el deseo de tenerlos pronto ya en sus brazos, después de haber tenido la oportunidad de conocerlos y ver sus rostros a través de la ecografía”. RIESGOS Todos estos estudios tienen muy bajo riesgo de producir lesiones fetales. Los que se hacen a través de ecografía no representan ninguno. Otros estudios que se pueden realizar a través del ultrasonido son aquellos que dan un resultado real de la condición de la salud fetal, como por ejemplo el doppler fetal, que estudia la circulación a través de las arterias y venas en los bebes y pueden orientar acerca del momento ideal para interrumpir el embarazo y hacer que un bebe nazca, ya que en algunas ocasiones hay situaciones en las que resulta mejor que un feto esté afuera del vientre y sea tratado por los especialistas, que permanecer dentro y correr el riesgo de sufrir e incluso de fallecer. POS Algunos de estos exámenes están incluidos dentro del Plan Obligatorio de Salud, sobre todo los que se realizan por ecografía. Algunos otros también se los ordenan siempre y cuando tengan unos criterios bien fundamentados para hacerlos.