Hipnosis: activando el poder de la mente

Entrar en estado de “trance” y mediante la sugestión ayudar al cuerpo a manejar enfermedades como cáncer, síndrome de colon irritable, problemas de insomnio y hasta adicciones parece algo producto de la fantasía. En una época en la que los avances tecnológicos y farmacológicos dictan la forma en la que deben ser tratadas las enfermedades no se le concede mucha credibilidad a terapias como la hipnosis. Este es un método de curación que ha sido utilizado desde hace tres mil años por culturas como los egipcios, celtas, hindúes, griegos, mayas, entre otros, y que empezó a ser aplicada desde la medicina por el médico alemán nacido en 1734, Franz Anton Mesmer. Claudia Mejía, psicóloga especialista en hipnosis clínica, dice que con la hipnosis se especula fácilmente. Mal enfocada puede llevar a que la gente se “monte en una película” por ejemplo, sobre sus vidas pasadas, narrando historias que pueden ser producto de la imaginación del paciente y que no aportan mucho en el tratamiento que se esté realizando. La especialista afirma que la hipnosis como tratamiento clínico también ha perdido mucha credibilidad por el show que montan algunas personas que la realizan para provocar la risa de un auditorio. O creando expectativas asegurando que pueden hacer que alguien deje de fumar en una sesión cuando se necesitan varias para que el resultado sea efectivo y perdurable. Según Mejía cualquiera puede aprender a hacer hipnosis pero los terapeutas son los que tienen los conocimientos y las herramientas para utilizarla como tratamiento clínico. El método Mejía asegura que cualquier persona es sugestionable, esto no quiere decir que mediante la hipnosis se pueda inducir a alguien a ir en contra de sus valores, principios o creencias, obligándola a hacer algo que no quiere. Como tratamiento, Mejía primero identifica mediante terapia tradicional el problema de base y de acuerdo a esto considera o no hacer la hipnosis. “Por lo general utilizo la hipnosis para todo: problemas de pareja, ansiedad, manejo del estrés, drogadicción, insomnio, hiperactividad, etc.”, señala la especialista. Identificado el problema realiza un guión para orientar la hipnosis que debe realizarse en un sitio tranquilo y libre de distractores, el terapeuta debe utilizar un tono de voz bajo porque todos los sentidos del paciente deben estar puestos en ella para llevarlo a un estado de trance entre la vigilia y el sueño, “es como si te tuvieras que levantar a las 5 de la mañana pero quieres dormir otro ratico”, explica. “Científicamente el hemisferio izquierdo es el detallista, el calculador, el inquisidor, el que no permite. El hemisferio derecho es el amplio, el creativo; la idea de la hipnosis es distraer tu hemisferio izquierdo y dejar aflorar el derecho para que reciba toda la información sin ponerle trabas. Cuando estás en ese proceso hipnótico el terapeuta empieza a sembrar ideas de lo que quieres cambiar”, agrega la psicóloga. Y pone de ejemplo la forma en la que se manejaría un problema de adicción, “no se le dice al paciente: ‘vas a dejar las drogas’, se trabaja simbólicamente, le dices: ‘ves como tu cuerpo empieza a limpiarse’, de esta forma se introyecta más rápido porque sucede a nivel inconsciente, la persona empieza a solucionar sus problemas sin hacer mucho esfuerzo y sin racionalizarlo todo”. Para el cáncer “La mente es tan poderosa que con ella puedes hacer absolutamente todo, puedes controlar el dolor con tu mente sólo que no sabes cómo”, dice Mejía. En los pacientes con cáncer, por ejemplo, que se estén sometiendo a tratamiento con quimioterapia, se puede inducir a bajar los niveles de dolor por medio de la hipnosis. “El dolor le manda la orden al cerebro, mediante la hipnosis se le ordena al cerebro que bajen los niveles de dolor, tu cerebro inconscientemente empieza a reaccionar y el dolor baja de manera impresionante, no va a sanar el cáncer pero le va a dar calidad de vida al paciente”, señala. La psicóloga dice que la teoría de la ley de atracción, que se ha puesto de moda desde hace unos años gracias al libro El secreto, “suena muy bonita pero en realidad no sabemos cómo hacer para ponerla en práctica, en la hipnosis está la fórmula. Puedes inducir al ser humano a que canalice todo lo que quiere moldear con resultados son muy rápidos”. Cuenta que es una buena herramienta para potencializar las capacidades y las habilidades de deportistas y para mejorar el ambiente laboral en las empresas. Seguridad Para obtener resultados cada sesión debe durar entre 45 minutos y una hora, se debe hacer mínimo dos veces por semana y puede llevar entre 7 meses y año, dependiendo de la necesidad del paciente. En los niños se puede emplear a partir de los siete años como tratamiento para la hiperactividad, el insomnio, los temores y la agresividad. “El único peligro que tiene la hipnosis es que no te quieras sanar. Hay gente que me dice: ‘me voy a quedar allá’, yo no los llevo a ningún lado, te quedas aquí y en tu ahora, absolutamente consciente y escuchándome claramente. Lo máximo que puede pasar es que te duermas porque estas muy relajado”, dice Mejía. Es importante que el paciente tenga la disposición de hacer la hipnosis y de modificar lo que lo esté afectando ya que, si bien la hipnosis es el poder de la sugestión sobre la mente, el paciente debe tener una actitud totalmente receptiva para dejarse sugestionar y cambiar el chip que ha moldeado su comportamiento durante tantos años.