El tema está en los escritorios de los investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Un estudio hecho por esta organización adscrita a la ONU establece que entre un 15 y 20 por ciento de las parejas en edad reproductiva tiene problemas de fertilidad.
“En Colombia no tenemos estudios serios que nos permitan saber cuántos tienen problemas”, lamenta el médico José Ignacio Madero, especialista en fertilidad.
Para muchas parejas, la incapacidad de tener un hijo puede ser vista como una tragedia, dado que la unión de expectativas personales, interpersonales, sociales y religiosas genera una sensación de fracaso, pérdida y exclusión, y hasta de frustración.
A eso se suma que el diagnóstico suele ser absolutamente inesperado. Una encuesta realizada por el laboratorio farmacéutico Merck, en más de 580 hombres y mujeres en tratamiento para lograr el embarazo, reveló que el 65 por ciento nunca imaginó que tendría problemas antes de empezar a buscar un embarazo.
Desde el nacimiento de Louise Brown en 1978, el primer bebé concebido en el mundo por fertilización in vitro (FIV), las técnicas de reproducción asistida (TRA) han transformado el tratamiento de la infertilidad.
José Ignacio Madero destaca que en Colombia se ha progresado mucho en esta materia. “Contamos con una serie de tecnologías que nos permite no solo solucionar el problema de fertilidad, sino también ayudarles con su preservación”, señaló.
Se refirió entonces a la congelación de óvulos; al proceso de vitrificación de embriones que se preservan en estrógeno líquido; al diagnóstico genético preimplantatorio (para el caso de embarazos fallidos) y a la fragmentación de DNA espermático que permite conocer el porcentaje de espermatozoides que se encuentren dañados.
Si bien en la mayoría de los casos las técnicas de reproducción asistida permiten resolver el problema (dos tercios de las parejas que buscan ayuda consiguen tener un bebé), también pueden provocar ansiedad (preocupación, temor, nerviosismo).
Generalmente esta ansiedad es la que lleva a un alto porcentaje de parejas a la deserción cuando apenas inician el programa o cuando se presenta un fracaso. “Una de cada cuatro parejas que consulta por infertilidad abandona el tratamiento. A la ansiedad que genera el proceso se suman el estrés y los problemas económicos”, indicó Madero.
La infertilidad es una enfermedad del sistema reproductivo definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12 meses o más de un período de relaciones sexuales sin protección. La OMS la reconoce como un asunto de salud pública mundial.
Causas más comunes:
Las causas más comunes de infertilidad masculina son problemas con la producción de espermatozoides o pobre calidad de éstos. En raros casos se debe a una enfermedad genética como la fibrosis quística o una anormalidad cromosómica.
El factor de la infertilidad femenina más común es un trastorno de la ovulación. Otras causas incluyen: bloqueo de las Trompas de Falopio, lo que puede ocurrir cuando una mujer ha tenido enfermedad inflamatoria pélvica o endometriosis; anomalías congénitas (defectos de nacimiento) que afecten la estructura del útero y; los fibromas uterinos. La infertilidad se puede tratar con medicamentos, cirugía, inseminación artificial o técnicas de reproducción asistida. Muchas veces estos tratamientos se combinan.
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