Erick Rivera, de 14 años, salió de su casa a las 6:30 de la mañana de este miércoles a asistir a sus clases en la Institución Educativa Alberto Elías Fernández Baena, pero no pudo entrar al colegio y fue devuelto a su casa.
La razón; la protesta que iniciaron desde hoy los vigilantes de la mayoría de colegios públicos de la ciudad, debido a que ayer finalizó el contrato de prestación de servicio y el Distrito no lo ha renovado.
Y es que el secretario de Educación Distrital, Jaime Hernández Amín, afirmó a El Universal que desde ayer se activó un plan de choque hasta el próximo 2 de marzo, debido a que no pudo realizar la contratación de estas personas, por las demoras en la aprobación del Presupuesto Distrital por parte del Concejo. (Lea aquí: Distrito activa plan de choque en colegios públicos)
Este plan consiste en que el personal de la Alcaldía y vigilantes de sus sedes administrativas se trasladarán a las sedes de los colegios oficiales del Distrito, para garantizar la vigilancia mientras se formaliza la contratación de este servicio.
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Pero el llamado "plan de choque" disgustó a cerca de 1.200 guardas de seguridad, debido a que por más de un mes se quedarán sin trabajo y no tendrán el sustento para llevarle a sus familias.
Tal razón los llevó a concentrarce en la Institución Educativa Antonia Santos, desde donde partieron en una marcha hasta los bajos de la Alcaldía Mayor de Cartagena para exigir que sus contratos sean renovados y puedan seguir laborando.
"Se nos terminó el contrato que teniamos con la empresa privada de vigilancia y seguridad. Hoy quedamos 1.200 guardas sin trabajo y los colegios públicos donde estudian los niños pobres de nuestra ciudad hoy no tienen vigilancia", Hernán Gonzáles Ballesteros, vicepresidente del sindicato de vigilantes, Serviacol.
Gonzáles afirmó que desde la Secretaría de Educación y Alcaldía no se les ha dado información sobre la renovación de los contratos.
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Los padres de familia que tienen a sus hijos estudiando en los 106 colegios públicos de la ciudad, también mostraron su desacuerdo con la situación, debido a que tienen temor de enviar a los menores a los colegios donde no hay personal que garantice su seguridad.
Hasta el momento se desconoce hasta cuando los colegios públicos suspenderán las clases ante la falta de vigilancia.
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