Columna


Chapurreo presidencial

ÓSCAR COLLAZOS

20 de junio de 2009 12:00 AM

ÓSCAR COLLAZOS

20 de junio de 2009 12:00 AM

Chapurrear (también chapurrar), según el Diccionario de la Lengua Española de la RAE, quiere decir “hablar con dificultad un idioma, pronunciándolo mal y usando en él vocablos y giros exóticos.” Así que chapurreo es “la torpeza en el habla de quien no domina bien un idioma.” Los colombianos, tan echados pa’lante, influidos quizá por la cultura paisa que ha convertido en axioma aquello de “antioqueño no se vara”, chapurreamos muchas cosas con ingenio extraordinario. Más que la perfección y el placer de hacerlas lo mejor que se pueda, nos interesa probar que, pese a no hacerlas tan bien, no nos varamos en esos obstáculos. Me ha sorprendido siempre escuchar al Presidente Uribe en los foros internacionales chapurreando inglés sin rubor. Las grabaciones no permiten escuchar sino algunas frases de fondo. No me consta que el Sr. Uribe hable bien o mal ese idioma. Me sorprende que lo use cuando el resto de los jefes de Estado, aún aquellos que hablan, leen y escriben varios idiomas, prefieren hablar en el propio y servirse de un intérprete. El “de igual a igual” de las relaciones internacionales empieza en ese gesto de afirmación nacional. No existe un protocolo internacional que exija a un jefe de Estado expresarse siempre en el idioma de su país. Existen, eso sí, honrosas convenciones culturales y estas aconsejan que uno no debe hacer esfuerzos en un idioma ajeno para demostrar que está a la altura de su interlocutor extranjero. Lo que se consigue con el chapurreo de lengua ajena es demostrar un sutil complejo de inferioridad. ¿Por qué el jefe de Estado de un país que tiene el español como lengua oficial se esfuerza por expresarse en inglés? ¿Considera que así se hace entender mejor? No acabamos de limpiar los rezagos de la mentalidad colonizada. Nada tengo contra el uso social de algún idioma que conseguimos chapurrear e incluso hablar corrientemente. Por el contrario, el uso práctico de esos idiomas nos saca de aprietos. Somos, en muchos aspectos, mentalidades colonizadas que aún aceptan la superioridad de una lengua sobre otra. Dudo que en el exterior alguien se maraville porque el Presidente de Colombia “habla inglés.” Si estudió en Oxford -según dice su hoja de vida- ¿por qué no debería saberlo? Es lógico que lo sepa y muy seguro que lo hable con acento paisa, como César Gaviria, que debió de haberlo perfeccionado en su reinado en la OEA. “El Presidente de Colombia habla inglés” no es en el exterior y en los escenarios diplomáticos una frase elogiosa. Creo que, por el contrario, la frase puede ser irónica. Por una razón: es preferible la claridad y la riqueza de léxico, además de la capacidad de introducir matices en el propio idioma, que la ramplonería o chapurreo en el idioma ajeno. Entiendo que el Sr. Uribe Vélez quiera ser cortés y demostrar que habla el idioma de sus “superiores”. Pero, ¿no es mayor la cortesía que el anfitrión debe al invitado? Uribe no sólo les pide autógrafo a sus “superiores”. Les chapurrea en su idioma. Respecto al autógrafo que le dio Obama en una servilleta, aspiro a que un día se exhiba en el Museo Nacional con este título: Igualdad de papel. salypicante@gmail.com

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