En el Codex Dresdensis (Códice Dresde), un libro de los mayas de Chichen Itzá que data del siglo XI o XII, hay un capítulo que contiene la tabla de eclipses solares y lunares para prevenir, mediante sacrificios ceremoniales, los periodos de dificultades y peligros que pronosticaban estos fenómenos estelares.
En la mitología maya, un eclipse total de Luna llena, cuando nuestro satélite adquiere una tonalidad rojiza, era indicativo de que los dioses estaban enfadados y sólo los sacerdotes podían hacer que el prodigio cesara, como efectivamente ocurría minutos después, cuando la Luna volvía a su estado normal.
La “Luna roja” también fue aprovechada por muchos profetas de los desastres en la Edad Media para asustar a los ignorantes y crédulos con el anuncio de catástrofes que solo podían ser evitadas si se daba mucho dinero o bienes a esos falsos místicos, a cambio de su protección.
Para ello, los timadores empleaban pasajes de la Biblia, entre ellos el de Joel 2:31, que dice: “Sol vertetur in tenebras et luna in sanguinem antequam veniat dies Domini magnus et horribilis” (El sol se tornará en tinieblas, y la luna en sangre, antes de que venga el día grande y espantoso del Señor).
Cuando el fenómeno “prodigioso” se repetía cuatro veces, con intervalos de cinco o seis meses entre uno y otro, la gente se sobrecogía de terror, y los astutos sacerdotes afianzaban aún más su poder y sus riquezas.
Hoy sabemos que la “tétrada” es un fenómeno natural que consiste en cuatro eclipses seguidos con un intervalo aproximado de 6 meses, durante un período de dos años. El próximo Martes Santo 15 de abril es el primero de la actual “tétrada”, que aunque no es muy frecuente, tampoco es inusual. Los siguientes tres eclipses, según la NASA, serán el 8 de octubre de 2014, el 8 de abril y el 28 de septiembre de 2015.
La última “tétrada”, visible en gran parte del planeta, ocurrió entre 2003 y 2004.
¿Qué es un eclipse de Luna?
En el colegio y en la experiencia de nuestra vida diaria aprendimos que un objeto oscuro se interpone entre nosotros y una fuente de luz, el objeto producirá una sombra. En un eclipse de Luna, la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna y sobre la superficie selenita se proyecta la sombra de nuestro planeta.
¿Cuántas clases de eclipse lunar hay?
Hay tres clases de eclipse lunar: penumbral, cuando la Luna pasa a través de la zona periférica de penumbra tenue que hace parte de la sombre proyectada por la Tierra; parcial, cuando la Luna está en el centro de la sombra de la Tierra pero no en su totalidad, y se oscurece únicamente una fracción de su superficie; y total, cuando toda la Luna queda en sombras.
En este último, la superficie lunar adquiere una apariencia rojiza durante una hora o más, mientras el eclipse se desarrolla lentamente. El último eclipse total ocurrió el 10 de diciembre de 2011.
¿Cuáles son las etapas de un eclipse total?
Las etapas de un eclipse lunar total son las siguientes:
Primera etapa: La Luna toca el límite exterior de la penumbra terrestre.
Segunda etapa: La Luna toca el límite exterior de la llamada umbra
terrestre, o sea, la parte central de la sombra.
Tercera etapa: La superficie lunar entra completamente dentro de la umbra
terrestre.
Etapa máxima: La Luna está en su punto más cercano al centro de la umbra
terrestre.
Cuarta etapa: El punto más externo de la Luna sale de la umbra terrestre.
Quinto contacto: La umbra terrestre abandona la superficie lunar.
¿Por qué la Luna se pone roja?
El color rojizo que adquiere la Luna se debe a la dispersión de la luz del sol a través de la atmósfera terrestre, que actúa como una especie de lente. Si estuviéramos en la Luna, observaríamos un halo rojizo en torno al disco terrestre.
¿CÓMO Y A QUÉ HORAS OBSERVARLO?
Según la NASA, la tercera etapa del eclipse comenzará el martes 15 de abril a las 3 de la madrugada (hora colombiana). En ese momento, el borde de la Luna ingresa en el centro de la umbra de la Tierra y la superficie lunar comienza a adquirir un color rojizo, similar al tono de la luz solar en los crepúsculos. Más o menos a las 4 de la madrugada se produce la máxima etapa del eclipse, con una duración de una hora 15 minutos.
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