De los creadores de “No se aceptan devoluciones” llega la comedia más divertida del año. De niño, Máximo soñaba con ser millonario (pero eso sí, sin mover un dedo). Así que aprendió a conquistar a mujeres glamurosas, riquísimas… ¡y viejitas! 25 años después, casado con una ricachona mucho mayor que él y con todo a sus pies, despierta con sus cosas en la calle y se ve forzado a mudarse con su hermana y su sobrino. De tener una vida llena de lujos, sirvientes y autos a convertirse en perrito faldero en busca del hueso, esta película te enseñará los valores que realmente importan: el poder del encanto y más que nada el amor familiar.