Irlanda, 1920. Los mellizos Rachel y Edward deben seguir las tres reglas de Los Inquilinos, entidades misteriosas que se adueñan de su hogar por las noches: acostarse antes de la medianoche, no dejar que un desconocido entre a la casa y nunca separarse. Si no las siguen, pagarán las consecuencias. Sin embargo, Rachel ya no quiere seguir viviendo así. Enamorada de Sean, un joven veterano de la Primera Guerra Mundial que vive en la aldea más cercana, se vuelve escéptica y comienza a rebelarse contra sus captores. Pero su hermano y los Inquilinos no la dejarán ir tan fácilmente.