Académicos colombianos en Cuba aportan a la paz

El gobierno colombiano y las FARC instalaron el jueves una comisión que deberá deslindar responsabilidades, buscar causas y evaluar consecuencias de 50 años de guerra y violencia política.

"De lo que se trata es de aprovechar ese acervo de conocimiento para contribuir a que finalmente podamos vivir en una sociedad diferente en donde no se mate a las personas porque piensan distinto", dijo el historiador y profesor de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, Renán Vega Cantor, uno de los miembros de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas.

El foro hace parte de los acuerdos del diálogo entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para esclarecer las causas y consecuencias de un enfrentamiento de más de cinco décadas y que podría estar próximo a cesar si las partes llegan a un acuerdo en Cuba.

El grupo de académicos e intelectuales sucede a otro de víctimas que viajó el fin de semana a La Habana para entrevistarse con los delegados del gobierno y de las FARC.

Históricamente diferentes gobierno acusaron a las FARC de haber generado el conflicto que dejó miles de víctimas entre muertos, desaparecidos y desplazados; mientras que los rebeldes culpan a las administraciones de turno y los grupos paramilitares apoyados por el Estado por la violencia.

Entre los miembros de la Comisión Histórica se encuentra además el investigador Darío Fajardo, los politólogos María Emma Wills y Vicente Torrijos; y el antropólogo Francisco Aurelio Gutiérrez.

"Naturalmente hasta que no se llegue a un acuerdo uno no puede cantar victoria, pero sí creo que hay avances muy muy significativos", expresó Gutiérrez consultado sobre los logros en el proceso de diálogo. Para el experto, "el hecho mismo de que se comience una reflexión plural" constituye "una ventana de oportunidad para la paz".

Las FARC saludaron la constitución del grupo de estudio y lo consideraron "un salto cualitativo en el camino de la reconciliación", según una declaración distribuida por los rebeldes.

Sin embargo, a lo largo de este período de negociación tanto en gobierno como la guerrilla reconocieron su papel en la violencia que azota el país por cinco décadas.

Las partes comenzaron su proceso negociador en base a una agenda previamente establecida de seis puntos a fines de 2012, primero en Noruega y luego en Cuba.

Desde entonces avanzaron sobre los problemas de la tierra, la participación en política de la guerrilla y combate al narcotráfico. Actualmente discuten el sensible asunto de las víctimas y el resarcimiento a las mismas.

Mientras tanto, en Bogotá se anunció que una delegación de militares también vendrá a la isla para reunirse con las partes. El presidente Santos indicó que los uniformados estarán encabezados por el general del ejército Javier Flórez y su objetivo será el de buscar darle operatividad al fin de la guerra.

"Tengan la certeza de que no serán las Fuerzas Armadas el obstáculo para alcanzar la paz", dijo por su parte el jueves el ministro de Defensa Nacional, Juan Carlos Pinzón en una convención bancaria en la ciudad de Cartagena.

"El equipo que va de las Fuerzas Armadas es un equipo técnico y me parece, a mí junto con el mando militar y de policía, que esta es una buena decisión porque se va a planificar cómo se haría el desarme, la desmovilización y cese al fuego", señaló.