El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) mantiene la alerta roja por las posibles crecientes que pueden presentar algunos ríos del departamento de Santander y Meta gracias a la ola invernal que se presenta en el nororiente del país.
Desde el pasado jueves, el municipio de San Gil (Santander) se ha visto afectado por unas intensas lluvias que han azotado a parte de la población por diferentes derrumbes.
Decenas de emergencias se han registrado en ese municipio, el caso más grave se presentó en un polideportivo donde varias personas quedaron atrapadas bajo un muro que colapsó. Durante cuatro días, varios sectores han permanecido inundados e incluso se han reportado varias avalanchas.
La alerta del Ideam se extiende en parte del departamento por las crecientes súbitas e incrementos de niveles en el río Guayuriba y en los afluentes del río Fonce y Suárez.
Por su parte, la creciente de algunos ríos de la región de la Orinoquia también mantiene en alerta roja a las autoridades por las posibles complicaciones que se puedan presentar en las próximas horas. El río Inirida, ríos Ariari y Guaviare, río Orinico, cuenca media y baja del río Meta se encuentran en constante monitoreo por alto nivel de las cuencas.
Cerca del 50 por ciento del departamento de Guainía se encuentra en alerta por las graves afectaciones que están generando las inundaciones que han afectado a más de 15 mil personas. El gobernador, así como diferentes líderes de la región, han solicitado una acción urgente por parte del gobierno para atender a las comunidades afectadas por las lluvias que continúan.
"Se recomienda a los comités Locales y Regionales tomar las medidas necesarias ante posibles afectaciones por desbordamientos e inundaciones en sectores rurales y urbanos de estos municipios. Los sectores más críticos en el departamento del Guaviare son zonas rurales y urbanas del municipio de El Retorno (por un brazo del río Guaviare) y San José del Guaviare", señaló el informe.
Finalmente, el Instituto envió una advertencia ante los posibles deslizamientos detonados por lluvias en sectores inestables localizados en la regiones Orinoquia y Pacífica.
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