En Colombia, hace casi treinta años, hubo un día de silencio. No se publicaron periódicos ni revistas y tampoco se prendieron los micrófonos de los noticieros de radio y televisión. Todos los medios de comunicación se unieron para despedir al que quizás ha sido el periodista más valiente en la historia del país.
El 17 de diciembre se cumplirán 30 años del asesinato de Guillermo Cano Isaza, el director del diario El Espectador que hizo frente a la política de terror que impuso el narcotráfico y que estaba representada por el líder del Cartel de Medellín, Pablo Escobar.
Fue una noche de miércoles en la que dos sicarios motorizados silenciaron para siempre la pluma de quien, para entonces, era considerado el defensor del bien común de los colombianos.
El día siguiente, previo al del silencio, todos los diarios del país informaron sobre el asesinato. El Universal publicó en su portada la noticia, acompañada de la leyenda “Repudio nacional al crimen”.
En las diferentes notas que se publicaron en El Universal ese 18 de diciembre, una destaca que Guillermo Cano había sido uno de los más duros combatientes del narcotráfico y cita la columna que escribió el lunes 18, en la que se pronunció sobre el fallo de la Corte que declaró inconstitucional la ley que aprobaba la extradición.
“De todas maneras encontrará el país la forma de seguir combatiendo el narcotráfico y sus deletéreas secuelas sociales... Y ya deben estar envalentonados los grandes capos del narcotráfico y los sicarios ejecutores de sus órdenes de muerte por los supuestos resultados obtenidos con el desencadenamiento de la violencia y el terror”, había escrito el director de El Espectador.
“Don Guillermo Cano era uno de los decanos del periodismo colombiano. Nacido en 1925, su vida fue un ejemplo de dedicación a la profesión que escogió, ejercida intensamente, primero como director de la revista Magazín Dominical, luego como secretario de dirección del rotativo y finalmente como director del mismo. El periodismo nacional se encuentra de luto e indignado por este despropósito indicativo de la corrupción y la pérdida de los valores morales que vive Colombia”, recalcó el periódico cartagenero en su Primer Plano.
El próximo sábado 17 de diciembre, el país seguirá recordando como un ejemplo a seguir al hombre que supo dignificar el periodismo ante la intromisión de la violencia y la corrupción política y social.
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