Pasada la tormenta que resultó ser para el proceso de paz la retención del general Rubén Darío Alzate por parte de las Farc, la negociación para terminar el conflicto entre el Gobierno Nacional y la insurgencia estaría próxima a llegar a un punto de nuevo, donde habrían hechos en concreto que mantienen la esperanza de concluirlo con éxito.
En opinión del senador Roy Barreras, uno de los principales defensores del proceso de paz, la reanudación de los diálogos debe llevar a que los mismos sean distintos a como se venían dando hasta antes del impasse, por lo cual considera que sus nuevas características deben ser que sean concreto, claro y ágiles, para entrar en la llamada fase del desacalamiento del conflicto.
“Las Farc deben suspender todo tipo de ataques contra la población civil”, dice Barreras al señalar que de esa manera se puede empezar a hacer más humano el conflicto como también se le llama al descalonamiento.
Un paso en ese sentido estaría próximo a dar la guerrilla de las Farc en los próximos días, cuando estaría anunciando una tregua unilateral de fin de año, la cual incluso sería por más de tres meses.
En 2012 cuando se inició la negociación esa tregua la anunciaron las Farc por dos meses, mientras que el año pasado sólo lo hicieron para 30 días.
Tanto el gobierno como las Farc han coincidido entre lunes y martes que la nueva fase de negociación se alcanzaría a dar antes de finalizar el año, eso llevaría a que en esta nueva cita la mesa pudiera escuchar a la última delegación de las víctimas y no se descarta que incluso pudieran anunciar las partes que se finalizó este punto y hay acuerdo.
Por el lado del gobierno, el cual no aceptará un cese al fuego bilateral, sí podría estar dando algunos gestos unilaterales para con las Farc, como por ejemplo la atención más oportuna de los presos de las Farc, los cuales en las últimas dos semanas llevan en huelga de hambre como reclamo a lo que llaman ese abandono.
Incluso el propio presidente Juan Manuel Santos ya empezó a hablar de lo que debe incluir el tema de la justicia transicional, en donde aseguró que se debe pensar en ampliar el delito político para incluir al delito del narcotráfico.
Esos elementos son los que llevan a la senadora conservadora Olga Suárez, a pensar que la dura crisis por la que pasó el proceso en los últimos días es la oportunidad “para fortalecer el proceso y conseguir la paz”, y confío en que en la evaluación que realizan en La Habana los negociadores de ambas partes permitan que se destrabe la negociación.
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