Después de 48 horas de que el presidente Juan Manuel Santos y el jefe de las FARC, Rodrigo Londoño, firmaran la terminación del conflicto armado, aún persisten las dudas sobre el momento preciso en que los plazos pactados deben empezar a operar.
Este miércoles al contestar una serie de preguntas por Youtube, el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, se refirió al cumplimiento de los tiempos pactados para llegar a la desmovilización total y la dejación de las armas.
En tal sentido sostuvo que “ese es el propósito central y está siendo supervisado por personas encargadas del monitoreo de los plazos específicos”.
Indicó que esa labor la hace la ONU y que la misma tendrá entre 400 y 500 delegados, “quienes serán los encargados de verificar que cumplan esas obligaciones”. Resaltó que por ejemplo están los momentos precisos para que en 90 días las FARC estén entregando al menos el 30 % de las armas, para ir llegando a que al día 180 la ONU ya tenga en su poder todo el armamento.
Incluso el jefe negociador indicó, en dos ocasiones, que los hombres en armas de las FARC son cerca de 7800, además un grupo de milicianos, que no precisó su número. Explicó que estos hombres pasarán a integrar programas de ocupación laboral, bien sea con empresas privadas, realizando la labor de guardabosques y en un número indeterminado harán parte de los grupos de seguridad que tendrán los jefes desmovilizados.
La cifra de 7800 sin embargo contrasta con el número que dio el general Javier Flórez, quien en un conversatorio con militares en la mañana del miércoles dijo que eran cerca de 5700 los insurgentes.
La polémica de las fechas de los protocolos se volvió a avivar debido a que el abogado de las FARC, Enrique Santiago, volvió a señalar en declaraciones a varios medios de comunicación que el cumplimiento de todos estos momentos para la desmovilización y dejación de las armas arrancaría tan sólo hasta el día en que entre en vigencia la ley de amnistía que favorecerá a los guerrilleros.
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